Suma y sigue

Hay que ir poniendo punto y seguido al asunto de las Campeonas del Mundo porque es evidente que Luis Rubiales es un golfo rematado, que tiene procesos abiertos por diversas causas de corrupción y hasta un denuncia de organizar orgías con dinero de la Federación. Las jugadoras han demostrado bastante más altura que toda la organización directiva de esa cueva de sospechosos, de mucha prensa deportiva que se ha mostrado de un machismo insultante y ahora vendrá un aluvión de declaraciones de las jugadoras una vez lleguen a sus destinos, duerman en su camas y descansen de tantas emociones. El asunto queda en el aire sin resolver.

Como estos acontecimientos y celebraciones han sucedido en plena ola de calor, con temperaturas en Bilbao que son más que tropicales, la sequía amenaza de una manera salvaje en muchos lugares del planeta, a la vez que existen problemas de deshielo, de tormentas devastadoras, incendios que parecen imparables y que asolan extensiones territoriales abrumadoras y toda una sintomatología del estado en el que se encuentra nuestra residencia en la galaxia. Cuesta mantener un espíritu optimista sin meter la cabeza en una bolsa oscura. Los datos son demoledores, el nivel de los pantanos empieza a alertar seriamente, las cosechas van a ser menguantes. Un panorama desolador.

Pero la foto, imagen o situación más descorazonadora es la que nos muestra decenas de barcos de diferentes tamaños y fletes varados en el canal de Panamá. La sequía impide llenar las esclusas, el comercio marítimo mundial se estanca. Suma y sigue.