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MOSCÚ

Yevgeny Prigozhin es uno de los fallecidos en el avión estrellado cerca de Moscú

Rusia confirmó anoche la muerte de Yevgeny Prigozhin, jefe del grupo paramilitar Wagner que lanzó un motín en junio, y de su mano derecha, Dimitri Utkin, tras estrellarse su avión privado en la región de de Tver, cerca de Moscú. Fallecieron todos los ocupantes.

Prigozhin en un cementerio de combatientes de Wagner en Goryachiy Klyuch, región de Krasnodar.
Prigozhin en un cementerio de combatientes de Wagner en Goryachiy Klyuch, región de Krasnodar. (AFP)

Multitud de vídeos publicados en Internet mostraban a última hora de la tarde de ayer a un pequeño avión dejando una columna de humo antes de estrellarse contra el suelo y estallar en llamas. Se estrelló en la región de Tver mientras volaba entre Moscú y San Petersburgo y según confirmó anoche Rosaviatsia, la autoridad de aviación rusa, Yevgeny Prigozhin viajaba en el avión de negocios Embraer.

La agencia de aviación difundió en redes sociales los nombres de las diez personas que se encontraban a bordo de la aeronave, entre las que también figura la mano derecha de Prigozhin, Dimitri Utkin, antiguo oficial de la GRU..

Según varios informes, el avión, que tenía el número de cola RA-02795, estaba bajo sanciones estadounidenses desde 2019 debido a su conexión con Prigozhin. Según se publicó en su momento, el jefe de Wagner utilizó este mismo avión, incluso poco después de su fallido motín armado, cuando partió de San Petersburgo a Bielorrusia el 27 de junio, tras recibir «garantías de seguridad y de impunidad penal» por parte del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.

LA SOMBRA DEL MOTÍN

La noticia del fatídico accidente copó las primeras planas de la prensa internacional y aunque la causa del accidente no quedó clara de inmediato, numerosas fuentes apuntaban a un misil antiaéreo ruso. Tampoco faltaron las teorías conspirativas que señalaban a la mano vengativa de Vladimir Putin. La larga disputa de Prigozhin con el mando del Ejército y el levantamiento armado que encabezó en junio darían amplios motivos al Kremlin para vengarse.

Los canales de comunicación de Telegram vinculados a Wagner confirmaron rápidamente que un misil de defensa aérea ruso había derribado el avión privado y algunos hablaron de «tomar Moscú» como respuesta.

Esta misma semana, tras meses sin aparecer en público, se divulgó un vídeo del jefe de Wagner en el que decía que estaba en África, en la región de Sahel. Diversas fuentes confirmaron que habría llegado de África a Moscú ayer mismo y que el consejo de comandantes de Wagner estaba junto a él. Con la muerte de Prigozhin y Utkin, diversos analistas apuntaban al descabezamiento total y radical de Wagner, a la que consideraban ya como algo que pasó a la historia.

«NO ME SORPRENDE»

Putin, que se encontraba dando un discurso en la conmemoración de la victoria en la batalla de Kursk, decidió regresar de urgencia a Moscú y se habría reunido con sus más próximos colaboradores para analizar la situación.

Por su parte, el presidente de EEUU, Joe Biden, tras ser informado de lo ocurrido, lanzó el este mensaje en su cuenta oficial: «No sé con certeza qué pasó, pero no me sorprende». Cabe recordar a este respecto el mensaje que lanzó al mundo tras el motín fallido de Prigozhin: «Si yo fuera él, tendría cuidado con lo que como. Estaría atento a mi menú».



El Kremlin confirma la destitución del general Surovikin, vinculado a y loado por los Wagner

El general ruso Serguei Surovikin, conocido por sus estrechos lazos con el grupo de mercenarios Wagner, ha sido cesado como Comandante en Jefe de las Fuerzas Aeroespaciales rusas, cargo que ostentaba desde 2017. En la cuerda floja desde la fallida rebelión perpetrada por los Wagner, ha sido reemplazado «temporalmente» por su adjunto, el coronel general Viktor Afzalov, confirmó la agencia estatal Sputnik.

El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, encabezó el 24 de junio una rebelión y, tras tomar el control de la ciudad de Rostov del Don, sus columnas avanzaron hasta 200 kilómetros de Moscú. Surovikin se pronunció en un vídeo -hubo quien aseguró que forzado- y pidió a su «amigo» calmar la situación, así como la retirada de sus hombres.

Horas después, el presidente ruso, Vladimir Putin, quien en una comparecencia televisada denunció «una traición ligada a ambiciones personales» y prometió una «respuesta a la altura», aceptó un acuerdo de repliegue de los mercenarios, el exilio de su antiguo aliado a Bielorrusia y la retirada de cualquier posible imputación a los implicados.

Serguei Surovikin, que era a su vez hasta ayer subcomandante de las fuerzas rusas en Ucrania, asumió su mando total en octubre de 2022 y lideró la toma de las ciudades de Severodonetsk, el asedio de la fábrica Azot y la conquista de Lisichansk, todas en la región oriental de Lugansk.

Pero tras ordenar con éxito el repliegue del tercio norte de la región ucraniana de Jerson fue reemplazado en enero de 2023 por el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerasimov.

Surovikin era el favorito de los halcones militares y mediáticos rusos partidarios de la «solución final» ante los reveses en la campaña en Ucrania. Prighozin -de quien hasta ayer se aseguraba que se encontraba en Africa, concretamente en el convulso Sahel- no dejaba de alabarlo y compararlo con sus vilipendiados Guerasimov y Sergei Shoigu, ministro de Defensa.

Surovikin dirigió el contingente militar ruso en Siria entre 2017 y 2019, por lo que Putin le concedió personalmente el galardón de Héroe de Rusia.

Surovikin es conocido globalmente como el «general Armagedón» por la brutalidad de sus operaciones contra ciudades como Alepo, que en su momento estuvo parcialmente controlada por la oposición al rais sirio, Bachar al-Assad. GARA