I.I.
GASTEIZ

Ven la convención constitucional de Urkullu como un «artefacto» electoral

Elkarrekin Podemos-IU y el sindicato ELA, que comparecieron ayer ante los medios en diferentes convocatorias, coincidieron en desconfiar de la propuesta de convención constitucional realizada por el lehendakari Iñigo Urkullu y verla como un «artefacto» electoral y destinado a la «distracción política» y para no perder protagonismo.

El lehendakari Iñigo Urkullu, en el arranque del curso politico en Donostia.
El lehendakari Iñigo Urkullu, en el arranque del curso politico en Donostia. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

La propuesta de convención constitucional realizada por el lehendakari Iñigo Urkullu despierta todavía reacciones entre los agentes políticos y sociales que reaparecen en público tras las vacaciones estivales. Ayer fue el turno de Elkarrekin Podemos-IU y ELA.

Estando de acuerdo con la base de que «España es un estado plurinacional y que a eso hay que darle una respuesta jurídica y procedimental», la portavoz parlamentaria de EP-IU, Miren Gorrotxategi, puso en duda la intención de Urkullu al lanzar esta propuesta, puesto que lo lógico hubiera sido presentarla primero y buscar el consenso en el Parlamento de Gasteiz.

Según Gorrotxategi, «el lehendakari hace una propuesta en términos conceptuales» pero después no se materializa en nada. Criticó, además, que «las pocas veces que el PNV habla de defender el autogobierno es para oponerse a la Ley de Vivienda, el impuesto a las eléctricas y la implementación del impuesto a las grandes fortunas».

Gorrotxategi, que además ha sido profesora de Derecho Constitucional, considera que la propuesta de Urkullu «no tiene recorrido real. Jurídicamente, no tiene viabilidad y políticamente tampoco si se hace al margen del Parlamento Vasco».

ELA: «PARA SALIR EN LA FOTO»

El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, afirmó, por su parte, que la propuesta de Urkullu es «poco creíble» y lo definió como «un artefacto de distracción política» para «no quedarse fuera de la foto».

Lakuntza aseguró en una rueda de prensa que esta propuesta «poco tiene que ver» con la «coherencia de su Gobierno y de su partido con la cuestión nacional y con lo que tiene que ver con el autogobierno».

El dirigente de ELA recordó que el Gobierno de Lakua realizó un informe titulado ”La erosión silenciada del Estatuto”, en el que se constataba que, durante las últimas décadas, «todos los gobiernos españoles, sin excepción, han ido erosionando el autogobierno vasco» por la vía de la «legislación básica» y el TC.

Lakuntza indicó que, ante esa situación, el lehendakari «no ha hecho nada» y «no ha formado parte de la tensión política de este país, ni ha tenido ningún tipo de consecuencia, ni ningún tipo de lectura en las propias alianzas».

El secretario general de ELA sostuvo que todo esto se ha hecho con la pasividad del Gobierno de Lakua y del PNV y añadió que algunas cuestiones como las que tienen que ver con la regla de gasto han contado con «su beneplácito».

Por tanto, cree que incluso «han compartido parte de esa recentralización», lo que es «muy grave» y ahora, «de un día para otro», Urkullu lanza «un artefacto de distracción política» para «no quedarse fuera de la foto, que no es coherente con su política».



«Desvía la atención por no reconocer el malestar que crean sus políticas»

En su comparencia ante los medios, el secretario general de ELA, Mikel Lakuntza, también se refirió a las recientes palabras del lehendakari Iñigo Urkullu acusando a su sindicato y al «socialismo vasco radical», (EH Bildu), de actuar como «contrapoder» para erosionar a su Gobierno.

Lakuntza aseguró que el lehendakari «tiene un problema para reconocer el malestar social que provocan sus políticas».

El líder de ELA manifestó que como Iñigo Urkullu no quiere reconocer lo que está pasando en Sanidad, en Vivienda o con el sistema de cuidados y lo que hace es «desviar la atención y ocultar su responsabilidad». Con esa intención, a su juicio, apunta a aquellos que lo único que hacen es «organizar a la gente para que mejore sus condiciones de vida, de trabajo y sociales».

Mikel Lakuntza sostuvo que cree que eso ocurre porque al lehendakari le cuesta aceptar que «en una democracia haya organizaciones y sindicatos» que tienen entre su tareas «cuestionar las políticas que se hacen». «Le cuesta también aceptar que la lucha sindical es una parte necesaria en una democracia», afirmó el líder de ELA.

Tanto mirando a la CAV como a Nafarroa, aseguró que ELA «va a seguir presionando y seguir interpelando a los partidos y a los gobiernos» para «provocar cambios» en las actuales políticas públicas. GARA