GARA Euskal Herriko egunkaria
DE REOJO

Femenino plural


Nada menos que en México, las dos candidatas de los partidos que parecen tener más posibilidades de alcanzar la presidencia de la República son mujeres. Este espectacular movimiento social y político en un país donde el machismo se canta y se exalta, marca una situación en la evolución imparable de la capacidad de las mujeres por ir dando pasos eficaces y solventes para equipararse en posibilidades reales de ejercer el poder y la responsabilidad por encima de los prejuicios actuales. Probablemente en este caso sea una estrategia electoral, pero hace que se conjugue el futuro de ese gran país en femenino plural.

Porque en la muerte de María Jiménez asistimos a una típica ceremonia de vuelco populista sobre una figura de la canción y el papel couché que, en su obituario, se presenta como una revolucionaria, una feminista de primera línea, y es bien cierto que fue una persona que supo convertir el sufrimiento en despecho, que se rebeló contra las situaciones de maltrato con contundencia y que algunas de sus canciones reflejaban de manera directa conceptos de vindicación real, con una de ellas que ahora puede considerarse un himno. “Se acabó…”. Son los excesos de la mala conciencia colectiva, convertir el olvido en vida en la exaltación hasta la exageración grotesca en la mortaja. Lo dijo en un plató José Mercé: «Este tipo de programa es el que necesitaba María en vida para que se sintiera querida. En vida es lo importante». Y en vida era material de la maquinaria trituradora de personas. Ella también, desde su singularidad, conjugaba el femenino plural.