Segundo desplazamiento consecutivo en el que el Amorebieta regresó a casa sin lograr rescatar ningún punto. En esta oportunidad fue en El Sardinero, donde el Racing supo adelantarse muy rápido y jugar posteriormente con dicha ventaja. Después de encadenar las tres primeras jornadas sin perder, este nuevo tropiezo lleva al equipo vasco a perder varios puestos en la tabla clasificatoria, si bien esto no ha hecho más que comenzar y certifica, de paso, el importante esfuerzo que deberá realizar para mantener la categoría.

Los anfitriones golpearon pronto, en el minuto 10, de la mano de un Andrés Martín que colocó el balón a la izquierda de Magunagoitia, con un suave toque tras un gran pase de Mantilla. A partir del 1-0, el cuadro vizcaino intentó sin éxito imponer su juego, controlando el balón frente a un sólido y bien plantado Racing, que hizo daño a la contra a la defensa de los pupilos de Haritz Mujika.

Así, las ocasiones más claras y peligrosas llegaron del lado local, mientras que el Amorebieta trató de llegar al área de Jokin Ezkieta con centros laterales, sin chutar entre los tres palos hasta el filo del descanso, con un lejano disparo de Dorrio.

Tras el descanso, la segunda parte arrancó igual que la primera, con los verdiblancos contraatacando y llegando con solvencia a la meta vasca, como un disparo de Iñigo Vicente que golpeó en la parte superior del travesaño cumplido el minuto 51.

Ante tal tesitura, Mujika decidió mover el banquillo buscando meter otra velocidad, pero se encontró con el contratiempo de que uno de sus recambios, Javier Avilés, se lesionó el hombro o clavícula izquierdos en el primer lance que protagonizó.

QUINTERO LO INTENTA

Pese a ello, fue en el tramo final del encuentro cuando el Amorebieta desplegó un mejor criterio ofensivo, hasta el punto que obligó a Ezkieta a realizar una gran estirada a chut a bote pronto de Quintero desde fuera del área en el minuto 78.

La ofensiva vasca no dio tregua a su adversario. El guardameta local también intentó cubrir puerta en una valiente salida a centro a media altura de Morcillo que el recién entrado Da Graca no terminó de conectar con la testa apenas un minuto más tarde.

Al final, no dispuso el bloque vizcaino de la pegada de la que hizo gala en anteriores visitas y ello lo acabó pagando, pues su rival fue consumiendo los minutos sin que prácticamente se jugase a nada.