Oasis vasco, el contubernio del PNV
En los diálogos del film "La Escopeta Nacional" (Berlanga 1978), se cita varias veces la palabra «contubernio», en concreto, para referirse a lo que el franquismo llamó el Contubernio de Munich (1962), el primer plante de algunos opositores «moderados» al régimen. En realidad, contubernio, sirve para definir en un solo vocablo las «alianzas con fines censurables». Y aunque el lenguaje político se ha modernizado, existen gobernantes que, con palabras más suaves, todavía recurren a este concepto, para desvalorizar las críticas a su gestión. Sir ir más lejos, durante el último pleno de Política General, el lehendakari lo llamó «estrategia dual» entre EH Bildu y ELA, para «desgastar a su Ejecutivo» y socavar los logros del «oasis vasco» que, según Urkullu, crece imparable y sitúa a la CAV como «uno de los países más avanzados en calidad de vida». Escuchando a Urkullu se diría que la bondad social de su gobierno es perfecta e irrefutable. Algo que el PNV repetirá hasta la saciedad en una campaña electoral que acaba de dar sus primeros pasos con las fantasías de Urkullu sobre el autogobierno y el viaje, acompañada por la prensa claro, de la consejera de Políticas Sociales al campo de refugiados de Lesbos. Para contubernio, propiamente dicho, el del «oasis vasco» a favor de la desigualdad.