El lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, asistió ayer a la puesta en marcha de DemoSATH, el primer aerogenerador marino flotante conectado, instalado por la empresa Saitec en Bermeo. Allí defendió el despliegue de nuevas instalaciones eólicas, pese a que «no son agradables». «A nadie le gusta que se instalen cerca de donde uno vive. Sin embargo, ¿son las prioridades particulares las que deben de primar frente al bien común? ¿Apostamos por las energías renovables solo si no se colocan cerca de mi casa?», preguntó, incidiendo en que «debemos desterrar este punto de vista individualista. Estas actitudes que colocan el ‘yo’ antes que el ‘nosotras y nosotros’. Y debemos actuar en consecuencia».

En su intervención, destacó que «el cambio climático, lamentablemente, ha llegado para quedarse y cada día vemos sus consecuencias, y debemos reaccionar, no podemos esperar. No vamos a dudar: pondremos siempre el beneficio de las generaciones venideras por encima de cualquier otra cuestión. Es esto, precisamente, lo que nosotras y nosotros hubiésemos agradecido. Es esto lo que debemos y vamos a hacer», destacó Urkullu.

Y remarcó que la «energía obtenida de los combustibles fósiles debe reducirse al máximo y lo antes posible». Incidió en que «la apuesta por la energía renovable no tiene vuelta atrás». «Por eso aplaudo el proyecto que hoy conocemos», manifestó, sin entrar en un asunto clave en el desarrollo de este tipo de instalaciones energéticas: su titularidad.

Según informó el Gobierno de Lakua, en el caso de DemoSATH, se trata un proyecto piloto conjunto de Saitec Offshore Technologies, perteneciente al grupo Saitec, y de la empresa subsidiaria de la energética alemana RWE. También participa Kansai Electric Power, una firma japonesa.