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“Fingernails”, la búsqueda incesante del amor

El director griego Christos Nikou en la terraza del Kursaal. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Las relaciones sentimentales son fuente de inspiración para Christos Nikou. Es evidente, ya que ha abordado el tema en sus dos primeros largometrajes. «En realidad todavía no sé qué es el amor. Estoy tratando de descubrirlo. Todos lo buscamos pero no sabemos en qué consiste. Y puede ser doloroso, te hace sentir incómodo, tal y como se refleja en la película. He puesto a la par el amor físico y el dolor amoroso», confesó el realizador. «La idea que pretendo transmitir al espectador es que para conseguirlo hay que trabajarlo a diario».

Tras su debut con “Apples”, el director griego presentó ayer en solitario ante los periodistas “Fingernails” (Esto va a doler), donde realiza una crítica a estos tiempos en los que reinan las nuevas tecnologías. Idea una máquina que detecta el verdadero amor a través de las uñas. Anna, su protagonista, quiere descubrirlo.

Al preguntarle por el final optimista que ha dado a su segundo largometraje, indicó que «siempre son abiertas, aunque pretendo dibujar una sonrisa melancólica». “Fingernails” puede considerarse como un filme de ciencia ficción. No cree en el género, sino que apuesta más por el término “alegoría”. «Tratamos de crear un mundo paralelo al que vivimos, más analógico y más centrado en el pasado reciente». «Hay quien hace cine futurista y lejano y eso no logra conectar con los espectadores», dijo. «‘El show de Truman’ era una profecía, fue el filme que me empujó a convertirme en director de cine». Nikou invita a los espectadores a ver los filmes en las salas de cine. «Para eso hacemos películas», afirmó.

Sobre sus referencias literarias, mencionó títulos como “1984”, de Georges Orwell -nació ese año- y “La ceguera”, de José Saramago.