Daniel GALVALIZI
MADRID
MANIFESTACIÓN DE LA DERECHA EN MADRID

Entre la rabia y la resignación, el PP muestra músculo contra la amnistía

En una multitudinaria manifestación, Aznar, Ayuso y Feijóo impulsaron la exaltación de las bases a 48 horas de la investidura propia y reiteraron el llamado a la insurrección civil. Una marea rojigualda transcurrió sin incidentes y con toques trumpistas.

Feijóo y Aznar, en el acto de ayer en Madrid.
Feijóo y Aznar, en el acto de ayer en Madrid. (Thomas COEX | AFP)

«¡España, unida, jamás será vencida!» cantaba una señora agitando una bandera y aplaudiendo. El cántico tronaba desde el centro de la manifestación, en la Plaza Felipe II en el madrileño y elitista barrio de Goya, hasta la periferia. Ella, de unos 70 años y rodeada de un grupo de amigas, era la cara que retrataba este mitin a cielo abierto: enfado, resignación y entusiasmo.

Más de 40.000 personas (según la Delegación del Gobierno, y 60.000 para el PP) se acercaron a este punto emblemático de la derecha españolista (es la zona del monumento a Colón, de la sede de Génova y de palacios monumentales como la Biblioteca Nacional). Iban convocadas por el partido que preside Alberto Núñez Feijóo, aunque quienes llevan las riendas en los medios son José María Aznar e Isabel Díaz Ayuso.

«¡Puigdemont, a prisión!», se escuchaba también en más de una oportunidad, junto a «Sánchez, dimisión». La media de edad, como suele ocurrir en los actos del PP, era de mayores de 40, aunque no faltaron niños y bebés en cochecitos. Una celebración familiar en la que había banderas por doquier y hasta se coló alguna catalana y valenciana. Y también alguna de Borgoña y alguna falangista con el águila negra, cómo no. Como siempre, quienes más daban la nota eran los de ultraderecha. El que portaba la bandera de Vox aunque era un acto convocado por el PP, el hombre que posó vestido de militar con la cara al sol y una bandera falangista y, como corolario, el colmo del capitalismo: una tienda callejera que vendía merchandising del “Que te vote Txapote” (sacacorchos y esas cosas) con una música alegórica (que incluía palabras como «filoetarras»).

LOS EXPRESIDENTES, A LA CABEZA

Feijóo, quien tendrá dentro de unas horas el protagonismo del pleno de investidura estuvo arropado por los expresidentes Aznar y Mariano Rajoy. La foto no es casualidad: mostrar un linaje integrado frente a la semana de la desunión entre el felipismo y la nueva élite socialista.

El alcalde José Luis Martínez-Almeida abrió el mitin, cuyo lema fue “Por la igualdad de los españoles” en repulsa de la supuesta amnistía que todavía ni negociada está, denunciando la «ambición desmedida» de Pedro Sánchez, y asegurando que entre Nicolás Redondo y Arnaldo Otegi, «siempre Nicolás Redondo».

En su turno, Isabel Díaz Ayuso buscó hábilmente imponer el lema «De ninguna manera» e intentó, en complicidad con el auditorio, que lo corearan. «Decir que nunca hubo delito, decir que los jueces españoles son prevaricadores y que el golpe estuvo bien dado, que fue justo. Yo le digo: de ninguna manera», subrayó, a la vez que criticó los «años de mentiras, opresión, división y ruina» en las comunidades autónomas gobernadas o cogobernadas por el soberanismo.

Por su parte, Aznar pidió alzar la voz y «no callar ante la infamia» de lo que sería una presunta amnistía y advirtió de que la Historia no será «benévola» con quienes buscan romper la «igualdad entre los españoles». «La única deuda histórica que aquí existe es la que los secesionistas tienen con la democracia española, que no han pagado y tienen que pagar», dijo.

Como anteúltimo orador, Rajoy reiteró que «la amnistía no cabe en el marco constitucional» y dio paso a Feijóo, cuyo tono era ya el de quien aspira a liderar la oposición, quien se ha resignado a no ganar la investidura que arranca este martes. Volvió a esgrimir el peligroso concepto de «españoles de bien» al hablar de que el sanchismo no ha podido domar a «los españoles con buen criterio».