Una media diaria de 3.410 personas sin hogar durmieron en 2022 en albergues de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, un 1,8% menos que en 2020. Según datos elaborados por el instituto de estadística Eustat, entre las personas alojadas, una media de 638 fueron aquellas que viven habitualmente en la calle, con una exclusión residencial muy grave.

Entre los centros que atienden a personas afectadas por situaciones específicas, destacan los dedicados a las personas migrantes, 34,3%, a las personas con adicciones, que fueron el 26,1%, y a mujeres víctimas de violencia machista, el 35,8%.

El total de los recursos ofrecidos fueron 4.313 plazas de alojamiento de media anual, 53 más que en 2020, con un nivel de ocupación del 79%. De estas, las plazas ofertadas en centros de acogida disminuyeron un 16%, dando más importancia a la oferta en viviendas, que ha aumentado un 19% en dos años.

Asimismo, el número medio de pisos disponibles para personas sin hogar aumentó un 23%, al igual que el porcentaje de familias atendidas, que casi se ha duplicado en los últimos dos ejercicios. Contaron, además, con 1.375 plazas de día, con una ocupación del 88%, según Eustat.

Para atenderles, el gasto en los centros ascendió a 76 millones de euros en 2022, un 15,8% superior a 2020, año de la pandemia.

EN LAS CAPITALES

Las personas sin hogar tienden a concentrarse en las grandes ciudades, por ello, los recursos también se situaron mayoritariamente en las capitales. En Gasteiz se ubicaron el 96,4% de las plazas de alojamiento y el 100% de las plazas de restauración y de centros de día de Araba.

En Bizkaia, Bilbo concentró el 75,7% de las plazas de alojamiento, el 78% de las de restauración y el 75,4% de las plazas en centros de día.

Gipuzkoa presentó el modelo territorial más descentralizado, ya que en Donostia se ofertó el 41% de las plazas de alojamiento, el 36,8% de las de restauración y el 38% de las plazas en centros de día.