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ESTRASBURGO

Seis jóvenes sientan en el banquillo a 32 países por su inacción climática

«Teníamos miedo, pero no nos arrepentimos», aseguran los seis jóvenes portugueses que sentaron ayer en el banquillo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) a 32 países por su inacción climática en un caso histórico.

Los jueces del TEDH escuchan las intervenciones en el juicio contra 32 Estados.
Los jueces del TEDH escuchan las intervenciones en el juicio contra 32 Estados. (Frederick FLORIN | AFP)

Seis jóvenes sentaron ayer en el banquillo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos a 32 países a los que denuncian por su inacción climática. «Teníamos miedo, pero no nos arrepentimos», aseguraron. Cláudia (24 años), Martim (20) y Mariana Agostinho (11), Sofia (18) y André (15) Oliveira y Catarina Mota (23) decidieron llevar ante el TEDH a los 27 Estados miembros de la Unión Europea, Gran Bretaña, Suiza, Noruega, Rusia y Turquía tras los devastadores incendios que sufrió Portugal en 2017.

Cuatro de los jóvenes viven en el distrito de Leiria, a unos 140 kilómetros al norte de Lisboa y una de las zonas afectadas por la ola de incendios de 2017, que dejaron más de un centenar de muertos en distintas partes de Portugal.

La tragedia motivó a los seis a llevar ante la Justicia a esos países por no hacer lo suficiente para protegerlos de la crisis climática.

«Nunca nos arrepentimos porque sabemos que estamos luchando por nuestras vidas», señaló Cláudia Agostinho. En su demanda, defienden que se han violado algunos de sus derechos, como el derecho a la vida o a estar libre de tortura y de un trato degradante o inhumano, recogidos en la Convención Europea de los Derechos Humanos.

Otra de las denunciantes, Catarina Mota, explicó que demandan a esos Estados porque las consecuencias de la crisis climática solo van a empeorar y necesitan que los Gobiernos actúen para protegerlos ahora.

En la vista, la abogada de los demandantes insistió en que «este caso es sobre los jóvenes, sobre el precio que pagan por el fracaso de los Estados a la hora de enfrentar la emergencia climática», pero también «sobre el daño que sufrirán a lo largo de sus vidas a no ser que los Estados asuman sus responsabilidades,

Por su parte, el representante de los países demandados aseguró que «los Estados entienden perfectamente la gravedad de la lucha contra el cambio climático», si bien instó al TEDH a respetar los principios del sistema de protección de derechos humanos y no «excederse» en su mandato, «independientemente de la naturaleza del caso».

Ante el reto que tienen por delante, los jóvenes se muestran optimistas. Saben que si ganan en Estrasburgo, el impacto será enorme porque las resoluciones del TEDH son vinculantes, y «32 gobiernos serán forzados a reducir drásticamente sus emisiones», recuerda Cláudia. Es lo único que exigen los jóvenes en su denuncia, ya que no han pedido ningún tipo de compensación económica. «Significa mucho para nosotros que el caso vaya a la gran sala del TEDH. Es un gran paso y estoy muy emocionado. Creo que va a ir muy bien», augura el segundo más joven de los demandantes, André Oliveira.

Los demandantes han tenido el apoyo de la asociación sin ánimo de lucro Global Legal Action Network, con fondos procedentes de donativos y de una campaña de microfinanciación colectiva. Y esperan que su ejemplo motive a otros jóvenes a tomar acciones legales por el clima. Así, Martim Agostinho señaló que hay jóvenes como ellos preocupados por su futuro y preparados para luchar: «En Corea del Sur, Rusia, Vanuatu y otros países muchos están usando el poder de la ley para responsabilizar a los Gobiernos».

Una sentencia favorable marcaría un antes y un después en los litigios climáticos, pero sea cual sea el desenlace, los seis jóvenes portugueses mantienen «la esperanza de que todo vaya a cambiar y que los Gobiernos tomen medidas que nos brinden el futuro bueno y seguro que merecemos».



Kanadako suteen keak Groenlandiako zerua lainotu du

Kanada suntsitzen ari diren sute erraldoien keak Groenlandiako zerua ilundu zuen aste hasieran eta uharte artikoko biztanleen kezka eragin zuen. «Atmosfera apokaliptiko samarra zegoen, ke laino eta ke usainekoa», azaldu zuen Nuuk-en bizi den Caroline Bouchard ikertzaileak. «Astelehenean bazirudien eguzkia ez zela irten, baina biharamunean ez zegoen», gaineratu zuen.

Sare sozialetan argitaratutako irudiek zeru baxu bat erakusten dute, laino lodi batez estalita. Poliziak adierazi zuenez, «haizeak kea bidali zuen Ipar Amerikako baso suteetatik Groenlandiara».

Boucharden arabera, lehen aldia da Kanadako baso suteak hasi zirenetik kea modu horretan zabaltzen dela Groenlandian. «Udan ilunabar gorri ederra izan genuen, ke partikulengatik, baina ez zegoen usainik, ezta hodei beltzik ere», esan zuen.

Joan den ekainean, Norvegiako hegoaldean ere neurtu ziren Kanadako suteetako ke partikulen kontzentrazio txikiak. GARA