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CONFERENCIA DE MARINA SÁENZ EN EL BALUARTE

recetas contra la batalla cultural «antitrans»

La conocida como «Ley trans», aprobada por el Congreso español, ha suscitado polémica gracias, en parte, a la agenda ultraconservadora. Para desmentir algunos «bulos» en torno a la norma, ayer tuvo lugar una conferencia en Iruñea con miembros de Naizen y capitaneada por Marina Sáenz, catedrática de Derecho y activista LGTBI.

Marina Sáenz, durante la conferencia de ayer en el Baluarte. (Iñigo URIZ | FOKU)

En los últimos tres años los retazos, noticias y alarmas sobre la denominada “Ley Trans” aprobada por el Congreso español han sido recurrentes, y los bulos han generado un clima de crispación que ha pasado factura a un colectivo ya de por sí discriminado. Cambio de sexo a cualquier edad, borrado de mujeres, hombres evitando juicios por violencia machista... son solo algunos ejemplos que seguro que el lector o lectora de este artículo ha leído o escuchado en reiteradas ocasiones.

Todos ellos son bulos, fake news, esparcidos de manera consciente y algunos difíciles de refutar sin la formación necesaria. Pero a Marina Sáenz, catedrática de Derecho, activista LGTBI y presidenta del Consejo de Participación de las Personas LGBTI, le gusta «meterse en charcos», y sabe cómo salir de ellos. En una conferencia organizada por Naizen ayer en el Baluarte de Iruñea, la ponente intentó señalar el carácter organizado y político de este discurso «antiderechos» ante a una sala abarrotada de gente.

«Hace 40 años yo estaría en el Código Penal, me podrían aplicar medidas de seguridad», comenzó Sáenz. Décadas después, esa transfobia sigue ahí, prosiguió, para a continuación añadir que la batalla cultural se ha recrudecido con los movimientos ultraconservadores de todo el globo.

¿Pero en qué consiste esa batalla cultural? A juicio de Sáenz, en desatar una campaña para generar opinión pública y movimientos políticos. Desde Alt Right estadounidense hasta Hazte Oír, la catedrática citó una «alianza ultraconservadora» que se «ha gastado más de 670 millones haciendo campañas» contra el colectivo.

Una batalla cultural totalmente «asimétrica», porque, frente a las campañas y los bulos, «nosotras apelamos a la razón, a los informes». «Pero nos peleamos con las redes sociales, memes y vídeos que generan alarma social», remarcó la catedrática de Derecho.

En este sentido, recordó algunos bulos propagados contra las personas trans a raíz de la ley. «Hemos leído titulares que hablaban de una avalancha de hombres que piden el cambio de sexo con la ley trans, y finalmente solo lo habían pedido dos. Se nos dijo que se iba a llenar las cárceles de personas transexuales para poder abusar de las presas, y desde que se ha aprobado la ley, hay solo cuatro presas transexuales, ninguna por traslado», afirmó.

A su juicio, lo que está en juego es evitar «un apartheid social». Sin embargo, señaló que «nosotras hemos optado por un modelo de inclusión social». Por tanto, animó a «tomar partido» en esta «encrucijada de nivel internacional». «Esta batalla nos afecta a todos; somos el primer objetivo, pero luego serán las mujeres lesbianas o las minorías que reciben asistencia. Nuestra condición no debería ofender a nadie», sentenció.