GARA
EREVÁN

Acnur se prepara para el éxodo total de los 120.000 armenios de Karabaj

La limpieza étnica de Nagorno Karabaj se está completando con el miedo de la población armenia a la persecución del régimen de Azerbaiyán. En una semana ya ha huido a Armenia el 80% y Acnur se prepara para el éxodo total de los 120.000 que habitaban el enclave antes de la ofensiva con la que Bakú tomó su control.

Caravanas de coches siguen colapsando el corredor de Lachín, entre Nagorno Karabaj y Armenia.
Caravanas de coches siguen colapsando el corredor de Lachín, entre Nagorno Karabaj y Armenia. (Siranush ADAMIAN | AFP)

Cuando este fin de semana llegue a Nagorno Karabaj la primera misión humanitaria de la ONU que tiene acceso al territorio en 30 años, apenas quedarán armenios en ella. Los casi 120.000 que habitaban en el enclave han huido en solo una semana, una limpieza étnica provocada por el miedo a la persecución de Azerbaiyán, que tomó su control tras una ofensiva militar relámpago.

Armenia había acogido ayer ya a unos 93.000 refugiados, lo que supone casi el 80% de la población de Nagorno Karabaj y aún seguían llegando miles por el corredor de Lachín, que lo une con el sur de Armenia, tras superar atascos que pueden suponer ahora 10 horas de viaje.

Acnur indicó que se está preparando para el éxodo total y atender a los 120.000 armenios que vivían en el territorio. Recordó, además, que muchos no solo han sufrido por el largo viaje, sino por nueve meses de bloqueo por parte de Azerbaiyán, que impidió la entrada de alimentos, medicinas y otros bienes básicos. Llegan exhaustos y muchos niños caen desmayados.

«Muchos están llenos de ansiedad, aterrorizados y quieren respuestas acerca de lo que va a pasar », destacó la representante de Acnur en Armenia, Kavita Belani. Además, llegan con escasas pertenencias y «no saben qué ocurrirá con las casas de donde han huido y si podrán volver».

La mayoría de los refugiados tiene familiares o amigos donde instalarse temporalmente en Armenia y más de 20.000 se encuentran en alojamientos ofrecidos por el Gobierno. El presidente armenio, Nikol Pashinian, predijo que en los próximos días «no quedará ningún armenio en Nagorno Karabaj».

El Gobierno autócrata de Azerbaiyán rechaza que se trate de una limpieza étnica y califica la salida masiva de los karabajíes como «una decisión personal e individual que no tiene nada que ver con una reubicación forzosa».

Pero la huida está provocada por el terror a las fuerzas azerbaiyanas, precedido de discriminación, crímenes de guerra y el saqueo de hogares, iglesias y cementerios armenios, que hacen que nadie crea al presidente azerí, Ilham Aliyev, que ayer reiteró que garantizará los derechos de los karabajíes. Tras dos guerras por el control de Karabaj y la operación de la semana pasada, la República de Artasj, el autogobierno del enclave, decretó su disolución antes del 1 de enero de 2024, después de 32 años de existencia.

Los armenios que deseen quedarse en el Karabaj deben aceptar la ciudadanía azerbaiyana y acatar la legislación de un régimen autoritario donde la represión de ideas y derechos es moneda corriente.

Soldados azerbaiyanos detuvieron ayer al subcomandante de las fuerzas de Artasj Davit Manukian, al que acusan de «actos terroristas» por su actividad militar. El miércoles detuvieron también al ex primer ministro karabají Ruben Vardanian.