I.I.
GASTEIZ

EH Bildu presenta 146 enmiendas y hay otras cuatro a la totalidad

Ikoitz Arrese, parlamentario de EH Bildu.
Ikoitz Arrese, parlamentario de EH Bildu. (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

Todos los grupos parlamentarios fueron dando cuenta ayer de las enmiendas registradas al proyecto de Ley de Educación. El primero en comparecer en la sala de prensa del Parlamento fue Ikoitz Arrese, de EH Bildu, que anunció la presentación de 146 enmiendas parciales, que «van en la dirección del acuerdo educativo, son fieles a su letra y a su espíritu, y buscan darle precisión, definición y claridad al proyecto de ley; somos coherentes y leales al Acuerdo Educativo y hemos cumplido nuestra palabra».

Arrese señaló que en abril de 2022, «en el acuerdo educativo definimos las bases de nuestra educación, pero ahora la ley debe detallarlas y convertirlas en norma. Nuestras enmiendas -explicó- pretenden facilitar la oportunidad de consenso y, en nuestra opinión, reflejan el deseo de una amplia mayoría de la comunidad educativa. La Ley de Educación puede ser la ley más importante de la legislatura y, por tanto, no podemos perder esta oportunidad», manifestó el parlamentario.

EH Bildu ha agrupado las enmiendas presentadas en cinco apartados. En el referido al Servicio Público Educativo Vasco, apunta que «se definen los requisitos que deben cumplir los centros y las consecuencias que tendría su incumplimiento».

En el apartado relativo a la euskaldunización, EH Bildu señala que sus con sus enmiendas «define el marco plurilingüe centrado en el euskera ya recogido en el acuerdo educativo y se propone crear un Índice de Complejidad Lingüística, como instrumento para medir la situación sociolingüística del entorno de cada centro para adaptar lo mejor posible su proyecto lingüístico a esa realidad».

En el apartado de la inclusión, indicó que «las enmiendas aportan una visión integral de la inclusión que va más allá del alumnado de origen extranjero y tiene en cuenta al alumnado con discapacidad o con necesidades especiales».

Para reforzar la «autonomía de los centros», EH Bildu define «los contratos-programa para evitar la competitividad entre centros y fomentar la equidad y la innovación».

Las enmiendas también abordan la digitalización de la enseñanza a través de una «transformación digital, empoderando al alumnado, de manera que sea un proceso ético y auditable».

Arrese también recordó que desde un principio EH Bildu ha entendido que en el proyecto de la Ley de Educación se echaba de menos la referencia al pueblo, a Euskal Herria. Por ello, su primera enmienda ya refleja que «debe reconocer el derecho de Euskal Herria, como nación que es, a disponer de un sistema educativo propio».

DEVOLVERLA AL GOBIERNO

Por su parte, Elkarrekin Podemos-IU, Vox, Ciudadanos y PP registraron una enmienda a la totalidad cada uno, considerando que la ley es deficiente y debe ser devuelta al Gobierno.

Miren Gorrotxategi, portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, aseguró que el proyecto de ley se ha apartado totalmente del pacto educativo y que hace una apuesta por la privatización de la enseñanza y por la «concertación universal».

Aseguró que se trata de «una ley ampulosa y oscura y un mal texto, que no hace un buen diagnóstico del sistema educativo, y que cronifica el problema de la segregación». Insistió en que la escuela pública es el instrumento que garantiza el derecho al acceso igualitario de todas las personas a la educación. Además anunció la presentación de otras 44 enmiendas parciales, 13 de las cuales son copia literal de artículos del pacto educativo de abril de 2022.

Vox, Ciudadanos y PP también están en contra, en este caso por no atender suficientemente a la enseñanza concertada y por considerar que impone la euskaldunización forzosa del alumnado, al tiempo que se trata de un proyecto político «de los nacionalistas».

Estas cuatro enmiendas a la totalidad se debatirán en las próximas semanas en el Pleno de la Cámara y serán rechazadas. Después se abrirá el debate de las enmiendas parciales, donde todos los grupos dicen querer alcanzar un consenso, que no será fácil tras el último movimiento del PNV en favor de las tesis del PSE.