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Narges Mohammadi, Nobel de la Paz por luchar contra la opresión en Irán

El premio Nobel de la Paz ha sido este año para la acgtivista iraní Narges Mohammadi, en prisión desde 2015 por su «lucha en contra de la opresión de las mujeres en Irán». El comité resaltó de forma especial la labor realizada por Mohammadi desde la cárcel tras el estallido de las protestas por la muerte de la joven kurda Mahsa Amini.

Narges Mohammadi se encuentra en prisión desde 2015. (NARGES MOHAMMADI FOUNDATION)

«Zan, zendegi, azadi» (Mujer, vida, libertad). Con estas tres palabras, lema de la última ola de protestas en Irán, Berit Reiss-Andersen inició la lectura del fallo del Nobel de la Paz.

La activista Narges Mohammadi fue galardonada con el premio por «su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y por promover los derechos humanos y libertad para todos», según se dio a conocer ayer en Oslo.

Mohammadi, de 51 años, fue condenada por las autoridades iraníes a diez años y ocho meses de prisión, así como a 154 latigazos, acusada de cometer «delitos relacionados con la seguridad nacional», en lo que organismos humanitarios internacionales denuncian como una condena relacionada por su activismo.

El Comité recalcó especialmente la labor desempeñada por Mohammadi desde el estallido de las protestas del año pasado por la muerte de la joven kurda Mahsa Amini, después de que fuera detenida por por no llevar bien colocado el pañuelo islámico. Es la décimo novena mujer que gana este galardón y uno de los nombres que más sonaban en las quinielas previas a la concesión del premio.

«Desde su cautiverio, la galardonada ha ayudado a asegurarse de que las protestas no disminuyan en intensidad», añadió el Comité, que indicó que espera que las autoridades iraníes liberen a Mohammadi para que pueda desplazarse a Oslo a recoger el galardón.

DÉCADAS DE ACTIVISMO «

Narges Mohammadi es una mujer, una defensora de los derechos humanos y una luchadora por la libertad», resaltó el Comité noruego, quien reconoció expresamente «a los cientos de miles de personas que el año pasado protestaron contra las políticas del régimen teocrático de discriminación y opresión de las mujeres».

Mohammadi, de 56 años, inició su compromiso con la lucha por los derechos de las mujeres en la década de 1990, cuando aún estaba en la universidad, trabajando como columnista en varios diarios reformistas y, luego, en el Centro de Defensores de Derechos Humanos en Teherán, dirigido por la abogada Shirin Ebadi, Nobel de la Paz en 2003.

Su primer arresto se produjo en 2011 «por sus esfuerzos por ayudar a activistas encarcelados y a sus familias»; dos años después salió bajo fianza, pero en 2015 regresó a prisión por su activismo «contra la pena de muerte» y empezó a oponerse al uso «sistemático» de «la tortura y la violencia sexual» en las cárceles iraníes.

Naciones Unidas y ONG humanitarias del calado de Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) han pedido a las autoridades iraníes que pongan inmediatamente en libertad a la activista. Por su labor periodística, Mohamadi fue galardonada en mayo de este año con el Premio Mundial a la Libertad de Prensa de Naciones Unidas, junto a sus colegas Niloofar Hamedi y Elaheh Mohammadi.