Raimundo FITERO
DE REOJO

Crisis migratoria

Una televisión pública encabeza las noticias con el sobretítulo de “crisis migratoria”. Y como va emparedado entre el muro entre EE.UU. y México y la llegada de cayucos a Canarias, me he preguntado sin obtener respuesta: ¿cómo se deberían titular, nombrar o definir estos procesos globales de movimientos de miles de personas buscando un futuro mejor o huyendo de una pesadilla, guerra o destrozo económico? No se me ocurre.

Los desplazamientos de grandes comunidades han sucedido siempre y se están incrementando. Los asentamientos provisionales que se han ido convirtiendo en eternos no tienen explicación ni siquiera narrativa periodística.

La reciente cumbre europea de Granada se ha saldado, precisamente, con un recrudecimiento de las condiciones para aceptar a los migrantes que llegan, especialmente de África, pero es que en ese gran continente han existido desplazamientos por guerras étnicas que han ido configurando nuevas fronteras, y en estos momentos precisos sufren desplazamientos en Sudán de una gran cantidad de personas. En el sureste asiático solamente nos enteramos de estos movimientos cuando naufraga un transbordador o hay una masacre. La multitud de centroamericanos y suramericanos que intentan llegar a EE.UU. es incesante. En Nueva York, que tienen medidas públicas para acogerlos, aseguran que no caben más. Economistas y otros especialistas aseguran campanudos que los países desarrollados necesitan migrantes para mantener el equilibrio productivo. Llamamos a esta situación global crisis migratoria o humanitaria?