La Liga Árabe denuncia la masacre de Gaza a la que EEUU y la UE dan alas
La denuncia de la Liga Árabe de la masacre y el asedio total de Gaza, donde ya no hay electricidad y se agotan los alimentos, contrastó con la decidida defensa de EEUU y la UE del «derecho de Israel a defenderse» y la única atención a las víctimas israelíes, que da alas a un ataque sin precedentes en el que la población intenta huir entre edificios derrumbados sin refugio posible.
La Liga Árabe exigió que Israel ponga fin al «asedio ilegal» y que permita la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, sometida al continuo bombardeo y al bloqueo total por parte del Estado judío, sin acceso a agua, alimentos, electricidad y combustible.
En una reunión de emergencia de ministros de Exteriores, el secretario del organismo, Ahmed Abulgueit, calificó de «masacre» el ataque a Gaza, mientras que el canciller palestino, Riad al-Maliki, lo comparó a un genocidio.
Gaza lleva cinco días bajo intensos bombardeos que han provocado la muerte de más de mil personas -entre ellas familias enteras, trabajadores humanitarios, empleados de la ONU y periodistas- más de 5.000 heridos y de 260.000 desplazados, y la destrucción de cientos de viviendas, hospitales y escuelas. Los gazatíes huyen entre los escombros de los edificios derruidos, pero sin refugios seguros.
Israel no permite la entrada de ayuda al enclave y bombardea el único paso fronterizo que no controla, el de Rafah, que limita con Egipto, que denuncia que teme que el ataque israelí empuje a los gazatíes hacia su territorio, ante lo que rehúsa abrir el paso para permitir la huida.
La declaración de la Liga Árabe contrastó con el contundente apoyo de los aliados de Israel. EEUU anunció que está dispuesto a enviar un segundo grupo aeronaval con otro portaaviones al Mediterráneo Oriental, además del arsenal que ya ha enviado a Israel. Y el presidente, Joe Biden, insistió en que el compromiso de Washington con Israel «es inquebrantable».
También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se centró en condenar el ataque palestino como un «acto terrorista de guerra», reafirmando «el derecho de Israel a defenderse», antes de un minuto de silencio solo por las víctimas israelíes, Von der Leyen también defendió la decisión de la UE de revisar su ayuda al desarrollo para los palestinos, que se sumaría a los castigos colectivos que practica Israel.
El fuerte respaldo de Washington y Bruselas da alas a una ofensiva que se ve libre de actuar sin someterse a las leyes de la guerra y con un número de bombas «sin precedentes», según el jefe de la Fuerza Aérea, Omer Tishler.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU describió como «devastadora» la situación de la Franja, porque muy pronto se van a agotar los suministros de comida y necesidades básicas. La situación en los hospitales es catastrófica, desbordados y sin material sanitario, y va a agravarse tras el corte definitivo del suministro eléctrico en toda la Franja desde ayer. Mientras, Israel ha movilizado a 300.000 reservistas, y desplazado a decenas de miles de soldados, amenazando con una invasión terrestre que llegaría sobre un territorio totalmente devastado y asolado por el hambre para asegurar su éxito.
El CICR pide regresar al derecho humanitario
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) está dialogando con Israel y Hamas para acceder a los prisioneros del conflicto lo antes posible y llamó a todas las partes a que les permitan su acceso. El portavoz de CICR en Oriente Medio, Imene Trabelsi, recordó que la toma de rehenes está estrictamente prohibida en el derecho internacional. Hasta el momento, el Gobierno israelí ha informado de que más de 100 personas han sido llevadas a Gaza como rehenes. Trabelsi subrayó que son los civiles quienes sufren las consecuencias de este ciclo de violencia «en las dos partes, en Israel, pero también en los territorios ocupados. Y lo vemos hoy en día en Gaza (...) con civiles sin acceso a la comida y a recursos básicos». Por ello, llamó a todas las partes a que «regresen al respeto del derecho internacional humanitario».
Por su parte, Hamas negó haber matado niños, decapitado y atacado a civiles durante su ataque el sábado, en respuesta al bulo sobre decapitación de bebés en el kibutz Kfar Aza. Hamas aseguró que sus milicianos solo «atacaron al aparato militar y de seguridad, que es un objetivo legítimo». GARA