Es un lugar común decir que una imagen vale más que mil palabras. Pero algunas imágenes exigen más que mil palabras para ser comprendidas. La semana pasada pudimos ver dos fotografías que se merecían un contexto.

En la primera, publicada en este medio, se veía a unos hombres desnudos, medio amontonados en una cuneta, atados de pies y manos. Al lado, totalmente indiferentes a lo que sucedía en la cuneta, aparecían varios soldados armados hasta los dientes, vigilantes ante un posible ataque. No cabe duda de que esa imagen, en sí misma, es demoledora porque nos habla de la degradación moral del ser humano. Pero si la ponemos en contexto, cobra mayor sentido. Los hombres desnudos de la cuneta eran palestinos y los soldados, obviamente, israelitas y el lema del Gobierno israelí es que iría a la caza de animales. Literalmente. ¿Qué podemos decir que no se haya dicho ya sobre lo que está pasando en Gaza? Creo que Floren Aoiz lo expresó claramente en esta sección. Más allá de la indignación y la solidaridad, es urgente la búsqueda de soluciones. Porque, añado yo, el ataque de Hamas, que también tiene su cuota de responsabilidad, ha dañado la legitimidad de la causa palestina en algunas instancias internacionales. Hipócritamente, es verdad, pero sin el respaldo de estas, el futuro de Palestina es todavía más oscuro.

En la segunda fotografía pudimos ver al senador Gorka Elejabarrieta, al lado de la diputada Mertxe Aizpurua, estrechándole la mano a Pedro Sánchez. La imagen refleja mucho más que un mero acto protocolario del funcionamiento institucional. ¿Quién podía imaginarse algo así en los tiempos de la ilegalización? Ese saludo es una batalla ganada al autoritarismo y demuestra la fuerza y el savoir faire político que ha adquirido EH Bildu. ¿Cómo negarlo? No es una foto fija, nadie sabe qué nos depara el futuro. Pero, hoy, el nuevo gobierno necesita a la izquierda independentista y esta necesita más y mejor democracia en la política española. Para avanzar.