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«Nancy Grace Roman fue una pionera absoluta y muy tenaz»

Eguzki Zubia encarna a Nancy Grace Roman -llegó a ser la primera jefa de astronomía de la NASA- en la obra que Nexoteatro estrena hoy y mañana en el Teatro Arriaga. Califica de «apasionante» la aventura de meterse en la piel de la científica.

(NEXOTEATRO)

La nueva producción de Nexoteatro pone el foco sobre Nancy Grace Roman, conocida como “la madre del Telescopio espacial Hubble”, la primera jefa de astronomía de la NASA.

La obra reivindica la figura de una mujer soñadora que demostró que los sueños hay que perseguirlos. «Porque para Nancy las estrellas siempre estaban ahí. Daba igual dónde estuviera en el mundo, ese cielo estrellado siempre le mostraba la misma cara y le permitía sentirse acompañada. A los cuatro años las dibujaba junto a la Luna. A los cuarenta estaba tratando de convencer al Gobierno de los Estados Unidos de la importancia de construir un telescopio espacial que permitiera la exploración mucho más allá de lo que nadie había soñado», remarcan desde el Teatro Arriaga.

La escritura del texto y la dirección de la obra “Nancy Grace Roman” ha corrido a cargo de Ricardo Padilla y Ena Fernández se ha encargado del desarrollo dramatúrgico en escena. El desarrollo de movimiento en escena, por su parte, ha partido de Bego Krego.

Eguzki Zubia pisará el escenario del Teatro Arriaga como Nancy Grace Roman. «Yo no la conocía. Para explicar y entender la manera que tienen los científicos de vivir su profesión con toda su pasión me he puesto a leer libros de astronomía, a ver vídeos, a interesarme por ello, que para mí es lo apasionante de hacer un personaje. Tienes que rebuscar cuando no se trata de un personaje inventado, sino que es una persona real para trasladar su emoción. Descubrir, investigar... He estudiado su entorno y su personaje, la astronomía, los planetas, las estrellas... y es alucinante», cuenta. No existe mucha información sobre la vida y trayectoria profesional de Nancy Grace Roman. «Las personas que pertenecen al mundo científico evidentemente saben quién es. Pero al principio encontramos poco material sobre ella. Tienes que ir componiendo, imaginando... Tuvo que pelear en un mundo absolutamente masculino, reflejo de la ignorancia de la época hacia las mujeres. En este aspecto sí hay más material y hemos incidido en ello. Me la he traído a mí, es lo que hacemos los actores. Es una gozada contar toda la lucha que mantuvo contra una sociedad que ignoraba a las mujeres científicas en ese mundo de hombres».

Zubia destaca de ella su tenacidad. «Fue una pionera absoluta y muy tenaz. Sabía lo que quería e iba a por ello. La desigualdad estaba en todas las partes de la sociedad. En los años 50 el ideal de la mujer era casarse, y que la mantuviera el marido. Si renuncias a ello en una sociedad como la de los años 40-50 renuncias al amor y a la vida. Se dedicó en cuerpo y alma al estudio, que fue su refugio. La ciencia se puede convertir en una especie de religión, y más la astronomía, donde en un momento lo científico se mezcla con lo metafísico. Quería hacer el telescopio y sacarlo fuera, al espacio, y nadie creía en su proyecto. Esa soledad...», reflexiona la actriz.

Sola en su profesión, sola en su faceta personal. «No tenemos datos de esto último, pero no es de extrañar», dice. La actriz subraya la idea de que eras una mujer que te hacías al sistema y hacías un trabajo acompañando al mundo de los hombres, o tenías tus logros pero eso tenía un coste. «Nancy llegó a las altas esferas, estaba por encima de los hombres, y ahí se encontraría con muchísimas dificultades», señala Zubia.

Hay otro aspecto relevante en su trayectoria. «La carrera espacial en aquella época estaba muy ligada a la Guerra Fría y ella se distancia de todo ello. Su lucha consistió en dque la ciencia no es eso, es otra cosa». Gracias al proyecto ha descubierto a una persona que de alguna manera se quedará con ella para siempre. «Ya no voy a mirar al cielo de la misma manera», confiesa Zubia.