Autoridades federales, estatales y locales de Estados Unidos activaron un amplio dispositivo de búsqueda para tratar de localizar al presunto autor del doble tiroteo en el que ayer murieron 18 personas y otras 13 resultaron heridas en Lewiston, la segunda ciudad del Estado de Maine.

La policía estatal identificó al tirador como Robert Card, de 40 años de edad, del que advirtió que consideró «armado y peligroso».

Los tiroteos tuvieron lugar en un restaurante y una bolera, tras lo que el sospechoso huyó. Su coche fue localizado en Lisbon, a unos 12 kilómetros de Lewiston.

Las autoridades pidieron a los ciudadanos que se quedaran dentro de sus hogares «con las puertas cerradas con llave» y no se acercaran a ningún desconocido. También se suspendieron las clases en todos los centros educativos.

Card afrontaba ayer ocho cargos por asesinato, porque esa era la cifra de víctimas ya identificadas, pero se esperaba que el número de cargos igualara al de fallecidos.

El sospechoso figura como militar en la reserva en el estado de Maine, y la cadena ABC destacó que es un instructor de armas de fuego con un historial de problemas de salud mental. Citando fuentes policiales, indicó que el hombre pasó dos semanas el pasado verano en un centro de salud mental tras amenazar con llevar a cabo un tiroteo en una base de la Guardia Nacional.

La organización The Gun Violence Archive informó de que se trata del peor tiroteo masivo de 2023 en EEUU, año en el que ya se han producido 565. Considera masivo aquel tiroteo en el que al menos cuatro personas resultan heridas, excluyendo al tirador.

Tras el suceso, el presidente, Joe Biden, urgió a los republicanos en el Congreso a lograr un acuerdo para prohibir las armas de asalto o de alta capacidad y acabar con la inmunidad de sus fabricantes. Aunque aseguró que se han hecho «progresos» con la aprobación de una ley para mejorar la seguridad ante las armas, «simplemente no es suficiente».

Los llamados rifles de asalto o de alta capacidad son armas letales demasiado fáciles de adquirir en buena parte de EEUU, sobre todo en estados como Maine.

Las imágenes de Robert Card, entrando en uno de los locales donde disparó muestran el rifle AR-15 que portaba, un instrumento con equipamiento extra que le permite disparar muchas más balas sin necesidad de recargar.

Los estadounidenses deben tener 21 años antes de poder comprar alcohol legalmente y de entrar en un bar, pero en la mayoría de los estados pueden comprar un rifle de asalto a partir de los 18. De hecho, muchas leyes tienen requisitos de edad más estrictos para comprar pistolas que para estos rifles que se han convertido en el arma más utilizada en los tiroteos masivos de los últimos años.

Maine, un estado donde comprar armas sin control

Peter Ambler, director ejecutivo de Giffords, una de las más conocidas organizaciones en favor del control de armas, recordó que Maine no tiene ni comprobaciones de seguridad universales para quien quiere comprar un arma ni obliga a contar con licencia para tenerla. Tampoco hay normas de «» (bandera roja), que impiden que personas que hayan pasado por crisis mentales posean un arma de fuego ni límites para la compra de los cargadores de alta capacidad, que se acoplan al arma y permiten disparar sucesivamente durante mucho más tiempo sin necesidad de parar para recargar munición. Según los datos de Giffords, 27 de los 50 estados del país tienen un suspenso en la regulación para el control de armas, y entre ellos está Maine. Según el instituto Pew, cuatro de cada diez hogares en EEUU tienen un arma de fuego, y un 32% de los ciudadanos dicen ser los dueños de una.GARA