Ya son dos meses desde la última victoria del Alavés en competición liguera. Aquel 2 de septiembre, con el triunfo por 1-0 frente al Valencia terminó un inicio liguero esperanzador -que se acercaba a su mejor inicio en máxima categoría-. Desde entonces, tres empates y cuatro derrotas -contando la de ayer- marcan la trayectoria del equipo dirigido por Luis García Plaza, que está obligado a reaccionar para evitar males mayores. Está un puesto por encima del descenso, con tres puntos más que el Celta y Granada, y el próximo fin de semana recibe al Almería, farolillo rojo con tan solo tres puntos.

Ante la escuadra almeriense, entrenada por Garitano, deberá encontrar la reacción que no supo articular durante el partido de ayer, contra un Atlético de Madrid que ha igualado su mejor racha de victorias como local -14 consecutivas- de hace 10 años, también con el Cholo Simeone.

Los colchoneros están de dulce, con un Griezmann sobresaliente, liderando al equipo madrileño, retrasando su posición y siendo artífice de todas las jugadas.

Suyo fue el pase dirigido hacia un Morata escorado que centró al segundo palo para Rodrigo Riquelme. Un regate hacia la izquierda descolocó a Gorosabel, que esperaba un disparo del canterano colchonero con su pierna buena, pero le engañó y de puntera convirtió el primer gol de los locales antes de la media hora.

No fue la primera jugada peligrosa de los del Cholo, pues ya para entonces llevaba cuatro ocasiones claras. Abqar se cruzó de maravilla ante Morata, que recibió un pase magistral de Griezmann, para evitar el gol del madrileño y el propio delantero centro tuvo una más en un centro de Riquelme, que cabeceó por encima del travesaño.

Y como a la tercera va la vencida, Morata hizo el 2-0 justo antes del descanso. Recibió un buen pase al hueco de Koke y con un regate sencillo dejó atrás a Sedlar, al que le faltó contundencia. Una vez zafado el defensor, el delantero envió el balón a donde era imposible que llegara Sivera, que a pesar de la derrota fue de lo mejor del Alavés.

Hubo lío en la segunda mitad con el gol anulado de Griezmann por un manotazo previo de Llorente a Duarte, que intentaba un placaje, resuelto con sendas amarillas y falta a favor de los colchoneros, lo que enrareció un duelo que estaba sentenciado al descanso y al que el Alavés se reenganchó demasiado tarde, con un gol de Guevara en el tiempo añadido.