Cuando la humildad fue devorada por la desmesura

Dirigida por Santos Bacana, Rogelio González y Cristina Trena, “Esta ambición desmedida” tiene como obetivo narrar el germen de “El Madrileño”, el disco de éxito apabullante que en 2021 convirtió a C. Tangana en ídolo de masas, y sobre todo mostrar los entresijos de la gira que realizó para presentarlo por el Estao español y Latinoamérica. Aquellos conciertos ofrecieron un espectáculo rompedor y deslumbrante, algo nunca visto de parte de un artista a nivel estatal y que, sin embargo, supuso un auténtico desastre a nivel financiero. Su explícito título no engaña y abarca cuatro años desde el lanzamiento del citado “El Madrileño” hasta hacer realidad el concepto de un espectáculo acorde al éxito del disco y, porque no decirlo, de la propia egolatría del protagonista, el cual quiere aportar su rostro más cercano en una serie de intervenciones en las que aflora esa ambición desmedida que siempre se asocia al exceso de ego.

ARTISTA TOTAL

En este retrato de un artista total que dice no saber cantar, pero que piensa en grande y en clave monumental, queda claro la pretensión de C. Tangana de querer ser inscrito en ese selecto club integrado por artistas complejos y completos, algo que no queda muy claro en los larguísimos 118 minutos que dura el documental, una extensión del desmedido afán de protagonismo que asoma en situaciones en las que debería imperar un tono más íntimo.

En su paso por Zinemaldia, el artista reveló que su afán no se limita a la música, que aspira a ir un poco más adelante y ya se encunetra rodando un documental sobre el guitarrista flamenco Yerai Cortés. En realidad, no se critica ese interés por experimentar en diferentes campos, lo realmente molesto es que incida una y otra vez en remarcar su personalidad, tal vez demasiado desmedida.