A un año de las presidenciales, importantes victorias demócratas

En apenas dos meses, las primarias darán el pistoletazo de salida a la campaña para elegir el inquilino a la Casa Blanca a finales de 2024. Pero el ciclo electoral es constante en este país, y cada noviembre hay cita con las urnas. Esta vez, los demócratas han ganado en Virginia, mientras el derecho al aborto era refrendado en Ohio.

Digan lo que digan encuestas y sondeos de popularidad, Joe Biden ha vuelto a dejar claro que lo que importa al final son los resultados electorales. El Partido Demócrata vivió el martes una noche muy dulce al conseguir importantes victorias en las elecciones que se celebraron para elegir las cámaras y los gobernadores de varios estados, al igual que en las consultas organizadas por iniciativas ciudadanas, especialmente en Ohio.

El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, ha sido una de las estrellas emergentes del Partido Republicano últimamente. Hace dos años obtuvo una inesperada victoria en las elecciones de ese estado, arrebatando un cargo importante que había estado en manos demócratas hasta ese momento. Desde entonces, Youngkin ha salido relativamente ileso de las luchas internas y los ataques que se están produciendo en la derecha estadounidense. Por ello, se le llegó a considerar el «tapado», un posible candidato presidenciable de última hora a la Casa Blanca, en vista de que apenas nadie de los que se han presentado a las primarias republicanas puede eclipsar a Donald Trump. El martes por la noche (madrugada en Euskal Herria) se celebró el tercer debate de los candidatos republicanos y de nuevo Trump declinó participar. Después de todo, el expresidente ocupa el primer lugar en todas las encuestas, con un apoyo del 50-60%, mientras la mayoría de sus oponentes no alcanzan el 10%. Y da igual que le reprochen su ausencia, el apoyo a Trump apenas se erosiona.

En este contexto, ante la probable derrota de los candidatos en las primarias y la potencial imposibilidad para que Trump se presente si resulta condenado en alguno de los juicios de los próximos meses, a los republicanos no les vendría mal un candidato de última hora. Youngkin inicialmente dijo que no a ese planteamiento, pero en los últimos meses se ha dejado querer, sin descartar por completo la propuesta y disfrutando de la atención mediática. Quien no lo tenía claro era su esposa. Según el portal Axios, Suzanne Youngkin no quería que su marido se lanzase a por la Presidencia y temía que su familia terminase en el punto de mira de los ataques de Trump.

De cualquier manera, Youngkin estuvo en las quinielas hasta el martes por la noche. La victoria demócrata en Virginia le cierra las puertas a las presidenciales 2024. El gobernador republicano se impuso hace dos años en un momento especial: Biden llevaba un año en la Casa Blanca, con índices de popularidad bajos tras la retirada de Afganistán y una inflación galopante a la salida de la pandemia. Después de ganar las estatales a gobernador y a la Cámara Baja en 2021, los republicanos esperaban apuntalar la victoria el martes conquistando el Senado y obteniendo el control total del Congreso de Virginia. Sucedió lo contrario: los republicanos mantienen el gobernador (no se elegía este martes), pero los demócratas controlarán las dos cámaras del Congreso de Virginia.

EL ABORTO MOVILIZA EL VOTO

La parte más poblada de Virginia, los municipios cercanos a Washington, vota mayoritariamente progresista, lo que le ha obligado a Youngkin a mantener un equilibrio especial, lejos de los extremismos de los estados más trumpistas. Así, explicó que su proyecto era término medio en el tema del aborto: reducir el derecho actual, pero sin llegar a la prohibición total de estados como Texas, fijando el límite en la semana 15 de embarazo.

Y es que estas elecciones han demostrado una vez más que el derecho al aborto sigue movilizando el voto. En el estado de Ohio, bajo control republicano, una iniciativa ciudadana logró que este martes se celebrara un referéndum para que el derecho al aborto sea incluido en la Constitución estatal. El objetivo era que los derechos reproductivos tuvieran una protección mayor, para que las cámaras legislativas y los representantes políticos de cada momento no puedan restringir o prohibir el aborto. Pese a las presiones de lobbies cristianos y de otros sectores conservadores, el resultado fue claro: el 57 votaron a favor de la protección constitucional del derecho al aborto en Ohio.

«Esta noche, los estadounidenses han vuelto a votar para proteger derechos fundamentales, y la democracia ha ganado», escribió Biden en las redes. «Votan los ciudadanos, no las encuestas», sentenció ante los recientes sondeos en su contra.

No quedaron aquí las alegrías del campo demócrata. Kentucky es un estado rural que en las últimas elecciones ha marcado su perfil rojo (republicano). Sin embargo, el gobernador demócrata, Andy Beshear, ha conseguido revalidar su cargo pese a la campaña millonaria de los republicanos en su contra, que lo mostraban unido a la figura de Biden.