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La Guardia Civil se jacta de la muerte de Txabi Etxebarrieta

La Guardia Civil ha organizado una exposición en Iruñea en la que repasa su historia. En el apartado de «víctimas del terrorismo» hace referencia al agente José Antonio Pardines y a la ejecución del militante de ETA Txabi Etxebarrieta, acreditada como tal por un estudio de Aranzadi. «Seguro que no lo sospechaba», se jacta el instituto militar.

La muestra de la Guardia Civil repasa la historia del instituto armado, incluyendo realidad virtual, reproducciones de explosivos o distintos vehículos. (Iñigo URIZ | FOKU)

Una exposición, titulada «La Guardia Civil, al servicio de la ciudadanía», se recrea en la muerte de Txabi Etxebarrieta a manos del instituto armado en 1968. «Seguro que no lo sospechaba», señala en relación a la muerte a tiros del militante de ETA.

La frase toma incluso más gravedad al recordar que, hace un año y después de más de medio siglo, la familia de Etxebarrieta pudo acceder a la ocultada autopsia en el archivo militar de Ferrol que acredita que el que fuera militante de ETA fue rematado por la Guardia Civil tras ser herido.

Etxebarrieta murió tras recibir dos disparos, el segundo por la espalda y a quemarropa, echando por tierra la versión oficial que defendía que había muerto en una lucha «cuerpo a cuerpo».

El cadáver del joven militante de ETA presentaba una herida inciso contusa en la región occipital de la cabeza, pero también dos heridas por arma de fuego. La primera entró por la región intercostal y salió por la espalda. Y la segunda es la más relevante puesto que se produjo por la espalda y desde una corta distancia, lo que indica que fue rematado tras quedar malherido.

La muestra de la Guardia Civil se encuentra en la Sala de Armas de la Ciudadela de Iruñea, donde se narra la evolución del instituto armado desde su fundación en 1844.

Un agente da la bienvenida a los visitantes y muestra el material antidisturbios del cuerpo policial, además de enseñar cómo se debe lanzar una barrera de pinchos en un control policial, invitando a los asistentes a practicar. Ya dentro de la sala, la muestra consta de una colección de paneles dedicados a narrar las bondades de la historia de la Guardia Civil: estructura, organización, funciones, misiones, historia de estos 180 años y cuatro paneles dedicados a «las víctimas del terrorismo».

PANEL DE VÍCTIMAS

El folleto que se puede recoger a la entrada afirma que la Guardia Civil es «la institución del Estado que ha pagado el más alto precio en víctimas del terrorismo». Se ilustra con imágenes de las 243 víctimas pertenecientes al instituto armado, «asesinados por los grupos terroristas frente a los que ha luchado, desarticulado y vencido la Guardia Civil».

Dos paneles más hablan del «inicio y final de la banda desarmada ETA». En el primero de ellos pone el foco sobre la muerte del guardia civil José Antonio Pardines, muerto a manos de Txabi Etxebarrieta en 1968, y es en ese relato donde se puede leer la frase anteriormente referida.

El párrafo: «Txabi, bilbaíno y economista de 22 años, era el máximo responsable del aparato militar de ETA. Siempre había defendido que a la banda no se la tomaría en serio hasta que se produjeran las primeras muertes. ‘Para nadie es un secreto que difícilmente saldremos del 68 sin ningún muerto’, aseguró en la revista ‘Zutik’, en aquella época el ‘BOE’ de ETA. Seguro que no había sospechado que la suya sería la segunda».