Ion SALGADO
GASTEIZ

Exigen que se «dejen de alimentar los negocios paralelos» y se refuerce Osakidetza

Trabajadores de la OSI Araba se concentraron ayer en la entrada del Hospital de Txagorritxu para denunciar la gestión de la dirección de Osakidetza. Exigieron que «se dejen de alimentar los negocios paralelos y se refuerce de manera inmediata la atención sanitaria pública, universal y de calidad, donde no quepa la precariedad».

Concentración y rueda de prensa celebrada ayer en la entrada de Txagorritxu.
Concentración y rueda de prensa celebrada ayer en la entrada de Txagorritxu. (Endika PORTILLO | FOKU)

«Exigimos que se dejen de alimentar los negocios paralelos y se refuerce de manera inmediata la atención sanitaria pública, universal y de calidad, donde no quepa la precariedad». Así se pronunciaron ayer Ixone Iriarte y Jesús Oñate, que comparecieron en representación de la Junta de Personal de Atención Especializada de Araba, la Juntas de Personal de Atención Primaria de Araba y el Comité de Empresa del Hospital de Santiago.

En una rueda de prensa ofrecida a las puertas del Hospital de Txagorritxu, Iriarte y Oñate censuraron que la dirección de la Organización Sanitaria Integrada de Araba (OSI Araba) «siempre ha tenido el firme objetivo de economizar en salud: recortes de plantillas, falta de estabilidad del personal eventual para poder prescindir de sus servicios cuando les convenga, listas de espera interminables, interpretaciones tendenciosas de los acuerdos, imposiciones...».

«Todas ‘las medidas’ van encaminadas a bajar la exigencia a los presupuestos a costa, si es necesario, de la merma de servicios a la ciudadanía», apuntaron, e incidieron en que la plantilla «está sufriendo la imposición de carteleras de trabajo insoportables, que redundan negativamente en la calidad del empleo, ponen en peligro la suficiencia de los servicios de atención y profundizan en la precariedad. Es la voluntariedad del personal sanitario y no sanitario la que sostiene la calidad en la atención». En este sentido, destacaron que la plantilla trabaja «en permanentes servicios mínimos, e incluso por debajo de los mismos cuando no se garantizan las sustituciones de personal. Se invalida el derecho a la conciliación, se aboga por la eventualidad y la precariedad de las trabajadoras y se privatiza o se amenaza con la privatización de los servicios cada vez a mayor escala. Todo con un objetivo claro: desmantelar la salud pública tal y como la conocemos, trocearla y venderla al mejor postor».

«Ejemplo de ello es el progresivo desmantelamiento de la Atención Primaria, la marginación que está haciendo morir la atención en la zona rural o la derivación a centros privados para hacer frente a las listas de espera fruto de su gestión privatizadora», dijeron, haciendo hincapié en que «la coyuntura es sumamente grave, puesto que se están transformando las necesidades de la población en un foco de rentabilidad económica».

A su juicio, ante esta situación «la única respuesta posible es presionar y avanzar conjuntamente, colectivamente». «Los órganos de representación de las trabajadoras reclamamos una vez más a la dirección de Osakidetza que se negocie con la parte social, las trabajadoras y escuche a los y las pacientes que -hoy- saldrán a la calle otra vez para denunciar la situación de la sanidad pública y su deriva. No hay otra opción que establecer un modelo de atención, seguro, público y eficaz que atienda a las necesidades de la población con la agilidad necesaria».