Dos meses y medio ha durado la buena racha del Eibar, que empezó en Ipurua ante un Racing de Ferrol que llegaba imbatido y acabó en el Tartiere ante un Oviedo que enlaza su novena jornada en positivo. Los armeros hicieron lo más difícil, adelantarse a un rival que ha cimentado su escalada en la seguridad defensiva -es el segundo gol que encaja en siete partidos-, pero no supieron responder a la reacción de los asturianos, mejores en la segunda parte. Tiene consecuencias en la clasificación para un equipo que viajaba con la posibilidad de regresar a ascenso directo y vuelve en la quinta plaza.

Con Corpas en el lateral derecho por el ausente Tejero y Cristian por Ríos Reina en el zurdo, el Eibar llevó la iniciativa en el primer tiempo aunque se repartió las ocasiones claras con su rival. Luca despejó al larguero un centro envenenado de Colombatto que buscaba la escuadra y Bautista culminó una muy bonita acción coral.

Pintaba bien el partido ante un Oviedo poco acostumbrado a marchar por detrás en el marcador. Pero el Oviedo reaccionó mejor de lo que gestionó el Eibar su ventaja. Aumentó la intensidad y el ritmo, avanzó metros y tuvo la fortuna de empatar rápido con un cabezazo de Bastón.

Luca y el palo volvieron a evitar que repitiera el exarmero pero la superioridad carbayona en la segunda parte ante un rival que apenas se acercó a Leo Román tuvo recompensa. Con algo de suerte porque Vencedor golpeó a Costas sin verle pero, aunque involuntario, fue penalti y Colombatto no perdonó.