La ONU alerta del incumplimiento total del Acuerdo del Clima de París
Los esfuerzos insuficientes de reducción de gases de efecto invernadero llevarán al planeta a aumentar su temperatura global 2,9 grados a final de siglo, mientras que «ninguno» de los países del G-20 está cumpliendo con sus compromisos de descarbonización, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
Justo a diez días de que comience la XXVIII Cumbre del Clima de la ONU en Emiratos Arabes Unidos, el Pnuma publicó el «Informe de Brecha de Emisiones 2023: Récords rotos-Temperaturas que llegan a nuevos máximos mientras el mundo falla en recortar emisiones otra vez». En esta cumbre, los países deberán dar cuenta de su reducción de emisiones desde la implantación del Acuerdo de París.
El Pnuma advierte de que alcanzar el objetivo del Acuerdo del Clima de la capital francesa -de limitar el calentamiento a 1,5ºC- solo tiene «en el mejor de los escenarios» un 14% de posibilidades.
El incremento de la temperatura respecto a los niveles preindustriales se situará entre 2,5ºC y 2,9ºC a no ser que los países incrementen su acción climática y vayan más allá de sus compromisos para 2030 suscritos en el Acuerdo.
HASTA UN 42%.
El Pnuma estima que las emisiones previstas en 2030 deberán recortarse entre un 28% y un 42% respecto a la actual política de escenarios para cumplir los objetivos de limitar el aumento de la temperatura global a final de siglo a 2ºC y a 1,5ºC respectivamente.
La directora del Pnuma, Inger Andersen, advirtió de que «no queda una persona o una economía en el planeta que no haya sido afectada por el cambio climático. Insistió en la importancia de levantar el vuelo y comenzar a establecer otros récord: «de reducción de emisiones, de transición verde y justa y de financiación climática»
El trabajo destaca que hasta el principio de setiembre, en este 2023 se han alcanzado temperaturas de más de 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales durante 86 días y que septiembre fue el mes más cálido nunca antes registrado, con una temperatura media mundial de 1,8ºC por encima de los niveles preindustriales.
Asimismo, el Pnuma refleja que las emisiones de GEI aumentaron un 1,2% entre 2021 y 2022 hasta las 57,4 gitatoneladas de CO2 y que la tendencia conlleva a caminos de mayor desigualdad social a consecuencia de estas «preocupantes» tendencias y de los esfuerzos «insuficientes» en mitigación.
De hecho, la implantación total de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) llevarán a superar en 2,5ºC los niveles preindustriales, con un 66% de probabilidades. Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) aumentaron un 1,2 % entre 2021 y 2022 hasta las 57,4 gitatoneladas de CO2.
FALTA DE CREDIBILIDAD
El problema es que los compromisos hasta la fecha no se consideran «creíbles» ya que denuncia la ONU que «ninguno de los países del G20» están reduciendo sus emisiones en una senda consistente con sus objetivos de descarbonización total, sino que, al contrario, las aumentaron un 1,2% en 2022.
El Pruma incide en que los países con mayor capacidad financiera y mayor responsabilidad en las emisiones, en especial entre los del G-20, tienen que adoptar una acción más ambiciosa y más rápida y proporcionar el apoyo financiero y técnico necesario a los países en desarrollo.
El planeta necesita reducir sus emisiones un 28% de aquí a 2030 para estar en la senda de limitar el incremento global de temperatura a 2ºC con un 66% de posibilidades y un 42% para el alcanzar el objetivo de 1,5ºC a final de siglo.
Los países de rentas bajas y medias contribuyen a más de dos tercios de las emisiones globales de gases de efecto invernadero por lo que la ONU les insta a desarrollar un crecimiento económico de bajas emisiones. En la actualidad, el petróleo y el gas extraído y con proyectos planificados podría emitir más de 3,5 veces el presupuesto de carbono disponible para limitar la temperatura global a 1,5 grados y prácticamente todo el presupuesto para el objetivo de 2ºC.
El 1% más rico de la UE emite 14 veces más CO2 que la mitad más pobre, según Oxfam
Oxfam revela que el 1% más rico de la UE emite 14 veces más CO2 que la mitad más pobre. «Estas emisiones desproporcionadas de los más ricos de Europa causarán 67.800 muertes adicionales relacionadas con el calor para 2100, equivalente a casi 850 muertes cada año», añade la ONG, en colaboración con el Instituto Ambiental de Estocolmo (SEI).
Ampliando el foco, el 10% más acaudalado emite lo mismo que la mitad más pobre de la población, según el informe que se publica una semana antes de que arranque en Dubai la conferencia climática de Naciones Unidas COP28.
Esa diferencia de emisiones responde a que los más ricos tienen «estilos de vida cada vez más lujosos y opulentos», mientras «las personas comunes se ven afectadas por los crecientes costos y las consecuencias graves de olas de calor, inundaciones y deslizamientos de tierra causados por la codicia humana», según la experta en fiscalidad de Oxfam Chiara Putaturo.
A nivel mundial, el 1% más rico -unos 77 millones de personas- es responsable del 16% de las emisiones globales de consumo.
Emitir la misma cantidad media de CO2 de los multimillonarios a alguien situado fuera de ese segmento le llevaría 1.500 años.
El 1% más rico liberó el 6% del CO2 del consumo de la UE en 2019 y el 10% más acaudalado emitió el 28% de gases de efecto invernadero en el bloque comunitario, según los cálculos de Oxfam.
La plataforma calcula que «un impuesto anual sobre la riqueza europea, de solo un 2% para los millonarios con una riqueza superior a 4.5 millones de euros; un 3% para los millonarios con una riqueza superior a 45.700 millones de euros; y 5% para los multimillonarios, recaudaría casi 250.000 millones de euros, que equivale a un tercio de los fondos de recuperación de la UE».
Se trata de una iniciativa que apoyan personalidades como el economista francés Thomas Pikkety o la multimillonaria austríaca Marlene Engelhorn. GARA