GARA Euskal Herriko egunkaria

El arte de lo imposible (II)


Resulta imposible no llevarse las manos a la cabeza ante el rotundo triunfo del ultraderechista-libertario (me niego a tragar semejante oxímoron) Milei en Argentina.

Pero quizás convendría convenir en que más imposible era que el ministro de Economía del que fue el país más rico del mundo entre finales del siglo XIX y principios del XX ganara en segunda vuelta en un país con un 150% de inflacción, un 50% de personas por debajo del umbral de la pobreza o en la indigencia y una economía en default total.

Massa no le habría ganado ni a Bugs Bunny si este se hubiera presentado. Por muy peronista que sea. O quizás por ello.

Si entender al peronismo (que alberga desde la derecha liberal y caciquil que representa el propio Massa hasta a los nostálgicos del movimiento armado socialista Montoneros) resulta difícil para profanos, más complicado es comprender al antiperonismo. Este último capaz, asimismo, de votar a Bugs Bunny por no apoyar a un candidato peronista.

Para completar el cuadro, asistimos en las horas posteriores a los comicios a una situación absolutamente surrealista. Quien tenía tantas prisas por ganar y «mandar a todos (los políticos) a la mierda» (Milei), se resistía a entrevistarse con el presidente en funciones (Fernández) para iniciar el relevo. Y Massa, quien alertó de que había que evitar a toda costa la llegada a la Casa Rosada del ultra, no ha encontrado el momento de salir pitando dejándole el muerto y pidiendo una excedencia hasta que Milei asuma el cargo... Menudo país. El que fuera el «granero del mundo».