Imanol INTZIARTE
MÁS ALLÁ DEL DEPORTE

Euskarians Rugby; una marca, un proyecto, un territorio

«Humildad sí, pero con ambición». El proyecto Euskarians ha rebasado el cuarto de siglo de vida, con momentos de pujanza y periodos de olvido. Este 2023 ha tomado las riendas un grupo de personas que cuenta con los contactos, la experiencia, y por ahora la energía que se requiere para llevarlo adelante. Toca empujar.

El presidente de Euskarians, Pierre Peytavin; flanqueado por Elie Benmergui, desarrollador; y Stéphane Garcia, comunicación y marketing.
El presidente de Euskarians, Pierre Peytavin; flanqueado por Elie Benmergui, desarrollador; y Stéphane Garcia, comunicación y marketing. (Guillaume FAVEAU)

Después de casi seis años hibernando, el proyecto de rugby Euskarians volvió a emerger a la superficie el pasado febrero, con un acto de presentación en Baiona. El lugar -la Cámara de Comercio-, y la nutrida representación institucional y deportiva dejaban entrever que este renacimiento aspiraba a contar con pilares sólidos en todas las vertientes. En junio, en el marco de las semifinales del Top 14 disputadas en Anoeta, el miniestadio fue escenario de un duelo a XV entre los combinados masculinos de Euskarians y Catalunya. Dirigido por Vincent Etcheto, el conjunto vasco, con jugadores de Donibane Garazi (US Nafarroa), Maule, Donibane Lohizune (SJLO), Angelu, Ordizia, Gasteiz y Getxo no tuvo problemas para imponerse por un rotundo 50 a 5.

Decíamos entonces en estas páginas que para un país como Euskal Herria, que tiene vetado el acceso a competiciones oficiales, este modelo de equipo invitacional, emulando a los famosos Barbarians, es «una vía que se puede ajustar como anillo al dedo para eso que se denomina ‘hacer país’» entre ambos lados del Pirineo, «una herramienta para conocerse, que es el primer paso para entenderse».

Unos días antes del segundo partido de este 2023, disputado ayer en Donibane Lohizune con Bélgica como rival, GARA se reunió en Baiona con tres de los responsables de Euskarians -Pierre Peytavin (presidente), Elie Benmergui (desarrollador) y Stéphane Garcia (marketing y comunicación)- para conocer de primera mano sus aspiraciones, que resumen en dos palabras: «Humildad y ambición».

Peytavin recuerda que Euskarians nació a primeros de 1997 de la mano del recientemente fallecido Gerard Murillo, uno de los grandes impulsores del balón oval en Euskal Herria, si bien en 1980 ya se había organizado en Baiona un primer partido entre Euskadi -con jugadores de Iparralde y Hegoalde- e Irish Wolfhounds, una iniciativa que se repitió posteriormente ante otros rivales, los últimos en 2015 (Uruguay y Chile) y 2017 (England Counties).

NO SOLO DEPORTIVO

«El primer objetivo es desarrollar la calidad y el potencial de los jugadores vascos, y el segundo es permitir a esos jóvenes jugadores jugar partidos que no podrían disputar de otra manera, vivir cosas que sin Euskarians no podrían vivir. Y eso nos permite además mostrar una imagen del País Vasco delante del mundo entero. También queremos colaborar en el trabajo de formación de los clubes, con ayuda técnica y material. Y facilitar a los jugadores el acceso al mercado laboral, poniéndoles en contacto con empresas», explica Peytavin.

«Es un proyecto deportivo y socio-educativo, relacionado con el aprendizaje y el empleo. Que los jóvenes se queden en el territorio, que no se vayan. Y es un proyecto transfronterizo, también en lo económico, para relacionar a través del rugby a empresas de allí (Hegoalde) y de aquí (Iparralde). Que no sea solo pintxos y cerveza, también negocios», añade Benmergui. Este empresario de éxito apunta que «hemos encontrado una adhesión total, sales del microcosmos de club, ya no eres de Biarritz o de Baiona, eres de todo un territorio».

Euskarians nace del rugby, concretamente de la modalidad masculina a XV, pero también piensa en femenino y en la disciplina olímpica, el Seven, e incluso aspira a convertirse en una marca que se expanda para ayudar a otros deportes con arraigo como el surf o la escalada, o llegar a la diáspora vasca a través de las decenas de Euskal Etxeak repartidas por el mundo.

Por ahora el próximo punto subrayado en su agenda es el torneo internacional de Seven que se celebra en Dubai este próximo fin de semana, en el marco de las actividades que complementan la primera cita del calendario de las Series Mundiales, donde compiten las mejores selecciones del planeta. «Gestionamos la invitación a través de la Federación Vasca, con la que tenemos muy buena relación», explican.

Para esta modalidad oval cuentan con el apoyo y los consejos del donostiarra Pablo Feijóo, olímpico en Río 2016, exseleccionador español y que acaba de ser contratado para el staff técnico de Alemania. «Nos ha ayudado mucho. Los mejores entrenadores de Seven son de Hegoalde», remarcan, citando al también donostiarra Gorka Bueno como otro de los referentes.

DESEQUILIBRIO GEOGRÁFICO

El rugby es un deporte con implantación en todo el territorio vasco, pero con un importante desequilibrio geográfico. En Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa es sin duda el deporte rey, muy por encima incluso del fútbol, mientras que al sur del Bidasoa no deja de ser minoritario, con un reducido número de practicantes y seguidores. Por ello, «otro de los objetivos de Euskarians desde su fundación es la promoción del rugby en Hegoalde, es muy importante», comenta al respecto Peytavin, jugador del Aviron de Baiona durante los 80 y los 90 del pasado siglo.

¿Y cuál ha sido la acogida de los clubes, a veces tan celosos de guardar su pequeña parcela? «Nos han recibido muy bien. Tenemos un problema con los calendarios -la asimetría entre las dos partes del país-, ya que cuando los clubes juegan los jugadores no pueden venir con Euskarians. Este año además peor, debido a que se ha disputado la Copa del Mundo», lamenta el presidente. Se pudo ver ayer mismo en Donibane Lohizune, ya que los clubes del Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa tienen jornada este fin de semana.

«No queremos reemplazar a nadie, queremos ser un paraguas para los clubes y ayudar a que trabajen juntos lo mejor posible, poder compartir experiencias entre profesionales y amateurs», apostilla.

Para la ropa se ha firmado un contrato con la prestigiosa marca neozelandesa Canterbury, fundada en 1904. «Les presentamos el proyecto de todo un territorio de tres millones de habitantes y están diseñando una línea espectacular», comenta Benmergui.

No es mala cosecha para menos de un año de trabajo. «El proyecto a corto plazo es participar en torneos internacionales de rugby a siete, partidos amistosos a XV, que pueden ser aquí o fuera, y luego queremos crear un gran torneo internacional de Seven en nuestro territorio, invitando a entre seis y diez selecciones. Yo le digo al alcalde de Donostia que tendría más retorno invitando a diez naciones que con un partido del Top 14», asegura el desarrollador de Euskarians.

Peytavin apunta que esta temporada las World Series tienen su última estación en Madrid, del 31 de mayo al 2 de junio de 2024, y que «estaría bien aprovechar esa promoción para intentar organizar alguna cosa, invitar a algunos equipos para un torneo que les sirva de preparación». También está en la agenda la disputa de un torneo de Seven entre selecciones de los siete herrialdes de Euskal Herria, tanto masculino como femenino, que seguramente se jugará en abril del año que viene y que nace con vocación de continuidad.

EL ESPEJO DEL CICLISMO

Durante la conversación surge la comparativa con el equipo ciclista Euskadi y la identificación de la afición de toda Euskal Herria. «Sí, sí, la idea es esa», responden casi al unísono.

Y bajo todo ello subyace la imposibilidad, a día de hoy, de que haya selecciones vascas compitiendo oficialmente, una cuestión que corresponde al terreno de la política y en el que los dinamizadores de Euskarians no van a entrar porque «muchas empresas nos ayudan porque entienden que el proyecto tiene sentido, con un espíritu noble y humilde pero ambicioso. Actualmente, hay que decirlo, políticamente todo está más calmado, y hay gente que de repente tiene ganas de participar en la vida del país de una manera más tranquila, sin ser juzgada. Eso es muy importante, y ahí está la ventana para Euskarians».

Benmergui destaca la relación con las firmas colaboradoras. «Ellos nos ayudan a sacar adelante Euskarians y nosotros les ayudamos a ampliar su mercado, para que sea una relación en la que todos ganemos. Un político me dijo hace poco que ‘a vuestro pequeño nivel estáis creando el País Vasco del mañana’».