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SOBRE TODO DE NOCHE

El cine como generador de emociones


El primer largometraje de Víctor Iriarte trasciende lo convencional al aventurarse con valentía por un abanico de géneros que abarcan desde el thriller hasta el documental.

Este sorprendete y fascinante largometraje no solo se sumerge en la complejidad de los géneros como el cine negro, el musical, el cine político y el experimental, sino que también teje hábilmente elementos de aventura y road movie. La película se presenta como un fascinante puzzle íntimo, desplegando una narrativa espiritual que se entrelaza con mapas y cartas que dan forma a la trama. La presencia constante de pianos, especialmente a través del personaje encarnado por Lola Dueñas, añade una dimensión sonora muy rica, marcando el tempo del propio filme. A su vez, el desfile de manos, cada una ocupada en oficios tan peculiares como la afinación de instrumentos, contribuye a la riqueza visual y temática de la obra.

UNA DURA REALIDAD

“Sobre todo de noche” aborda cuestiones contemporáneas y atemporales. Desde el material de archivo relativo al franquismo y la transición hasta la exploración de temas tan actuales como el robo y tráfico de niños.

Como ensayo cinéfilo, la obra establece conexiones con maestros del cine como Manoel de Oliveira y Vladimir León. Rodada en 16mm y en localiciones que van desde Donostia, Bilbo, Madrid y Oporto, se estructura en tres actos y una postdata y cuenta con el refuerzo de dos grandes actrices, Dueñas y Torrent.

En última instancia, “Sobre todo de noche” se revela como una obra cinematográfica que abraza el propio cine como dinamizador de emociones y luchas. Invita a los espectadores a un viaje que va más allá de los límites convencionales del cine, desafiando, emocionando y dejando una marca indeleble en la psique cinematográfica.