Natxo MATXIN
DERBI EN EL SADAR

La necesidad rojilla por volver a ganar se mide a la solvencia txuri-urdin

Osasuna llega a la cita sin ganar desde hace casi mes y medio, con serios problemas de solidez defensiva, mientras que la Real se encuentra en un momento dulce, ubicada en el sexto puesto liguero y pendiente de jugarse el liderato de su grupo de Champions

El derbi de El Sadar volverá a ser un duelo muy competido.
El derbi de El Sadar volverá a ser un duelo muy competido. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Después de casi mes y medio sin hacerlo, Osasuna tiene la necesidad de volver a ganar para no meterse en problemas. Sin embargo, el derbi frente a la Real -El Sadar, 21.00, Movistar- no parece la opción más propicia, a tenor de la reciente estadística entre navarros y guipuzcoanos.

El cuadro txuri-urdin encadena nada menos que cinco envites ligueros consecutivos ganando en el feudo iruindarra, no pierde en dicho escenario desde mayo de 2012 y los rojillos han sido incapaces de ganarle en los últimos 14 encuentros ligueros que han medido a ambos equipos vascos.

No es extraño, por tanto, que los pupilos de Imanol Alguacil acaparen las apuestas, coincidiendo con un estado de forma y resultados envidiable. Aupados a la sexta plaza -solo han perdido frente a Barcelona, Real Madrid y Atlético- y pendientes de jugarse el próximo día 12 frente al Inter ser primeros en su grupo de Champions League.

Todo lo contrario que los anfitriones, quienes tras vivir una campaña histórica el curso pasado, no acaban de cogerle el tranquillo al presente ejercicio. Aunque con un colchón de seis puntos sobre el descenso, en Iruñea preocupa la endeblez defensiva -por debajo suya, solo último y penúltimo encajan más goles- y la sensación perdida de bloque sólido de antaño.

El técnico rojillo, Jagoba Arrasate, reconoció que los suyos deben «ser más efectivos cuando eres mejor que el rival y, cuando te toca sufrir, ser más solvente». Es decir, estar acertados en ambas áreas. Condicionados sin duda por la reciente mala dinámica, pidió a la plantilla «fortaleza mental», pues «un gol no es sinónimo de ganar o perder y, a veces, hay que remangarse y buscar ese punto de inflexión para que todo fluya mejor».

En principio, no parece que a Imanol le hiciera falta realizar la misma tarea, a tenor de que su equipo va como un tiro, pero para que sus pupilos no caigan en la relajación recalcó que «el equipo tiene que mejorar respecto al partido del año pasado en El Sadar si mañana (por hoy) nos queremos llevar los tres puntos». Eso no le impidió admitir que «en años anteriores habíamos puesto ya el listón muy alto, pero lo de este año está siendo brutal. Vamos a ver si somos capaces de mantener el ritmo, pero es increíble».

Salvo puntuales excepciones, los dos entrenadores vascos van a poder disponer de sus mejores futbolistas para conformar sendos onces con garantías. Por el lado rojillo, además de Kike Barja y Darko Brasanac, el último en caerse de la lista fue el polivalente Rubén Peña, todos ellos aquejados de diferentes problemas musculares. La ausencia del avulense podría devolver la titularidad a Chimy Ávila en el costado ofensivo derecho.

Puede que no sea el único cambio en el equipo titular navarro, pues Arrasate dejó caer que cuenta con «infinidad de posibilidades», especialmente para la medular, línea que considera clave para la idea «muy clara» que tiene en mente y ha ensayado de cara a contrarrestar el juego de los centrocampistas de la Real.

DOSIFICACIÓN

Por la parte txuri-urdin, la baja más destacada es la de Carlos Fernández, quien no termina de recuperarse de su esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla. Tierney y André Silva repiten convocatoria, pero no parecen encontrarse todavía al suficiente nivel competitivo como para saltar de inicio.

Imanol dosificó a la mitad de sus titulares frente al Salzburgo, dando descanso a Merino y Le Normand, y concedió unos pocos minutos a Barrenetxea, Kubo y Traoré. Además, avanzó que está pronta la vuelta de Martín Merquelanz, sin ficha, algo que «se merece después de tantas lesiones. Llegué a pensar incluso que no volvería a jugar».

Como viene siendo habitual entre dos colegas de banquillo que tienen una relación que va más allá de lo profesional, ambos entrenadores se lanzaron flores mutuas. Arrasate resaltó de la Real el cambio defensivo que viene implementando en los últimos años. Así, el cuadro guipuzcoano «aprieta bien y hace faltas tácticas», algo que consideró una virtud, pues «no dejas correr al rival y te da tiempo a organizarte».

Imanol, por su parte, quitó hierro al mal momento que vive Osasuna encajando más goles de lo habitual y aseguró que el conjunto navarro no está lejos del estado de forma que vivió el ejercicio pasado. «Tanto en el apartado físico, como en el mental, es un partido de nivel Champions», catalogó el oriotarra el choque.

Aunque la climatología no parece que vaya a acompañar por la presencia de lluvia, a buen seguro que ese nivel Champions también se trasladará a las calles de la vieja Iruñea, donde se espera una jornada con gran ambiente de camaradería y buen rollo entre dos aficiones hermanadas.