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DERBI EN EL SADAR ENTRE OSASUNA Y REAL

Rojillos y txuri-urdines se reparten los puntos con mejor regusto local

Osasuna y Real empataron en un derbi en el que cada escuadra utilizó sus mejores armas para llevarse la victoria, pero todo quedó en unas tablas que, a la vista del diferente momento de ambos conjuntos, supieron mejor a los locales. Los rojillos se adelantaron en el minuto 2 por mediación de Moi Gómez y los txuri-urdines igualaron en el 41 con gol de Sadiq.

Areso se adelanta de cabeza a Zakharyan en un bonito duelo que mantuvieron por su banda. (Iñigo URIZ | FOKU)

Reparto de puntos en El Sadar, que supo mejor a Osasuna que a la Real. Los rojillos, necesitados de sumar como sea, salen reforzados de empatar ante un rival muy complicado, mientras que el cuadro txuri-urdin pierde cierta comba con los puestos cabeceros, además de que, por dominio y ocasiones, estuvo mucho más cerca de la victoria que los locales.

Cada uno utilizó ss armas para superar al rival. Los anfitriones tiraron de coraje, mucho esfuerzo colectivo y orden defensivo, además de una mayor aportación desde la portería que en anteriores jornadas. El conjunto guipuzcoano puso sobre el verde su calidad, capacidad combinativa y buen manejo de balón, solo le faltó algo más de puntería.

Jagoba Arrasate introdujo un cambio de esquema -cinco defensas, con Mojica basculando entre lateral y carril- y dos variaciones respecto a la derrota en Villarreal, uno obligado, el de Rubén García por el otro Rubén, Peña, además de dar entrada a Juan Cruz por Moncayola. Por su parte, Imanol Alguacil solo optó por una variación respecto al último duelo liguero contra el Sevilla, sacando de inicio a Tierney por Aihen, manteniendo en el once a Sadiq, y repitiendo como titulares frente al Salzburgo Zubeldia, Zubimendi y Brais Méndez.

El duelo comenzó con un signo diametralmente opuesto para una y otra escuadra. El positivo cayó del lado rojillo, que en su primer acercamiento se puso por delante en el marcador. Y no tuvieron que pasar ni siquiera dos minutos. Un ataque por el flanco derecho acabó en las botas de Budimir, quien dio un pase de espaldas a Moi Gómez para que este, infiltrado en el área pequeña, fusilase a Remiro.

No fue la única mala noticia para la Real. Sin cumplirse el primer cuarto de hora, Barrenetxea tenía que enfilar los vestuarios tras salir malparado por un choque de rodillas con David García, siendo reemplazado por Zakharyan, quien ocupó el carril zurdo.

Antes de ello, la escuadra guipuzcoana ya pudo igualar la contienda tras un fallo de Catena al realizar una cesión a Herrera, pero el guardameta burgalés se encargó de hacerse grande para tapar el disparo escorado de Sadiq, quien más tarde sí que estaría bastante más acertado. Osasuna se vio limitado a pertrecharse casi en propia área ante el empuje txuri-urdin, con el delantero nigeriano de nuevo como protagonista, faltándole apenas una uña para llegar al balón en el segundo palo (m.27).

Con escasa salida de balón como para inquietar al rival, los rojillos sí que dispusieron de algún que otro lance ofensivo, como un tiro raso de Torró (m.29) que detuvo sin problemas Remiro. Un pequeño lapsus dentro del constante dominio guipuzcoano, con otra intentona en busca del empate, esta vez mediante un tiro de Take Kubo (m.34) que golpeó el exterior de la red junto al poste izquierdo navarro.

Fue el preámbulo de la igualada. Una pérdida rojilla en medio campo y la fallida salida al corte de Catena propició que Sadiq se fuese enfilado hacia la portería local, sacándose un misil (m.41) que superó la estirada de Herrera y que supuso el premio al trabajo ofensivo de los de Imanol.

CAMBIO DE GUION

Cosas del fútbol, al inicio de la segunda parte la parte negativa de las lesiones sobrevino del lado local. Otra vez una rodilla derecha, en esta ocasión la de Mojica al tratar de impedir un avance de Kubo. El colombiano hizo un mal gesto en el 50 y tuvo que ser sustituido por Herrando para mantener la idea inicial de tres centrales.

El guion bien pudo darle la vuelta al de la primera mitad, pues la Real rozó con los dedos su segunda diana, de no haber mediado dos grandes intervenciones de Herrera, primero a tiro de Kubo y después, mucho más meritoria en el rechazo aprovechado por Merino, pero la pelota, que se paseó por la línea de gol, acabó siendo despejada por la zaga local.

Es lo más cerca que estuvo de moverse el electrónico por el lado txuri-urdin porque, aunque los visitantes siguieron acosando la meta navarra, ya no dispusieron de ocasiones tan claras como para llevarse los tres puntos de Iruñea.

Los movimientos en ambos banquillos tampoco resultaron determinantes. Imanol quitó a Sadiq, que había sido todo un quebradero de cabeza, y Osasuna tuvo que centrarse mucho más en tapar las bandas, sobre todo a un incombustible Kubo.

Pese a ese dominio guipuzcoano, fueron los anfitrionesquienes más cerca estuvieron del gol en el tramo final. El único error de Remiro en una salida para cortar un pase largo a Raúl no lo aprovechó Chimy Ávila en una vaselina que tenía su complicación.