GARA
NUEVA YORK

Inédita llamada de Guterres al Consejo de Seguridad ante el infierno de Gaza

El secretario general de la ONU, António Guterres, realizó ayer un llamamiento excepcional al presidente del Consejo de Seguridad para que «presione para evitar una catástrofe humana» en Gaza, donde Israel continuaba con la devastación de ciudadanes como Jan Yunis, en medio de la huida desesperada de la población. Ya no hay hospitales.

Palestinos buscan supervivientes entre los escombros de un edificio destruido.
Palestinos buscan supervivientes entre los escombros de un edificio destruido. (Mahmud HAMS | AFP)

Por primera vez desde que comenzó su mandato en 2017, António Guterres invocó ayer el artículo 99 de la Carta fundacional de Naciones Unidas, que establece que su secretario general «puede llamar la atención al Consejo sobre cualquier tema que en su opinión puede amenazar el mantenimiento de la paz y seguridad en el mundo».

En una carta dirigida al Consejo de Seguridad, el secretario general de la ONU advirtió que los bombardeos y la devastación israelíes podrían provocar «un inminente colapso total del orden público» en Gaza, que imposibilitaría incluso «una asistencia humanitaria limitada».

El primer ministro y titular de Exteriores de Catar, Mohamed bin Abderrahman, trasladó a Guterres que su país sigue realizando esfuerzos junto a sus «socios de mediación» para alcanzar una nueva tregua en la Franja de Gaza que conduzca a un alto el fuego permanente.Asimismo le comunicó que revisan las formas de reducir la escalada en la franja.

Desde que el 7 de octubre las milicias palestinas lanzaran un ataque por sorpresa contra Israel, en el que murieron 1.200 personas y otras 200 fueron capturadas, el Ejército israelí ha matado a 16.246 personas, 7000 de ellas niños y niñas.

En estos dos meses, el Consejo de Seguridad se ha reunido en varias ocasiones, pero se ha visto maniatado por los vetos cruzados de EEUU o Rusia con China, y solo el 15 de noviembre el Consejo pudo consensuar un llamamiento a declarar «pausas humanitarias» en los combates -no el alto el fuego--, que no se ha traducido en nada concreto.

Ayer mismo, el Programa Mundial de Alimentos advirtió de que la distribución de alimentos a los gazatíes «se ha tornado casi imposible (pues) pone en peligro las vidas de los trabajadores humanitarios».

«SIN REFUGIO»

Mientras continuaba la devastación de la asediada Jan Yunis, donde la población intenta encontrar refugio de los combates más intensos en dos meses.

Cientos de miles de civiles confluyeron en esa localidad y sus alrededores, muchos de ellos desplazados varias veces desde el inicio de la ofensiva que les empuja a un perímetro cada vez más estrecho cerca de la frontera con Egipto que permanece cerrada.

«Toda la ciudad sufre destrucciones y bombardeos incesantes. Hay allí mucha gente que llega del norte en condiciones desastrosas, sin refugio, buscando a sus niños», relató Hasan al Qadi, habitante de Jan Yunis. «Queremos entender. Si nos quieren matar, que nos rodeen en un solo lugar y nos eliminen a todos juntos. Pero empujarnos a desplazarnos de un sitio a otro, no es justo», afirmó.

El Ministerio de Sanidad de Gaza anunció que el hospital Kamal Adwan, el último que prestaba servicio en el norte de la Franja, dejó de funcionar debido a la falta de combustible, con las ambulancias sin poder salir a por heridos.

Más de cien cuerpos permanecían dentro del hospital sin poder recibir sepultura, al estar rodeado por fuerzas israelíes que «disparan a todo el que se mueve dentro».

En otro hospital, el de Al-Aqsa, «algunos pacientes mueren en el área de urgencias por la falta de habitaciones para cuidados intensivos», advirtió una fuente del hospital.

Según la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (Unrwa), la situación «está empeorando cada minuto» sin que haya una zona segura en Gaza, pues en toda la Franja es prácticamente imposible encontrar refugio.