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Maniobras militares de EEUU elevan la tensión en torno al Esequibo

Las maniobras militares conjuntas de EEUU y Guyana han agravado la crisis en torno al Esequibo, territorio en disputa rico en recursos naturales y forestales, que la CIJ entregó a Guyana en 1899 a través de un laudo arbitral y cuya soberanía reclama Venezuela.

Dos mujeres caminan ante un mural que defiende la soberanía venezolana del Esequibo.
Dos mujeres caminan ante un mural que defiende la soberanía venezolana del Esequibo. (J.C. HDEZ. | E. PRESS)

El descubrimiento de vastos yacimientos de petróleo fue el detonante que reavivó la vieja disputa territorial entre Venezuela y Guyana, que alcanzó nuevos picos con la concesión de licencias a multinacionales como ExxonMobil para explotar crudo en aguas reclamadas por ambos países. El pasado día 3, Caracas organizó un referéndum en el que más del 95% de los votantes que participaron aprobó crear un estado venezolano en el Esequibo, actualmente bajo soberanía guyanesa, y dar nacionalidad a sus 125.000 habitantes, y trabaja ya en la aprobación de una ley que lo permita. En plena crisis entre Venezuela y Guyana, y como respuesta a Caracas, el Comando Sur de EEUU realizó el jueves ejercicios aéreos conjuntos junto a la Fuerza de Defensa de Guyana (GDF) con el fin de reforzar la cooperación de seguridad entre ambos países y mostrar «su compromiso con Guyana como un aliado confiable para su seguridad y para promocionar la cooperación regional».

Las maniobras conjuntas, que coincidieron con un llamamiento al diálogo y a la distensión por parte de la llamada comunidad internacional, tuvieron lugar un día después de que el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, le asegurara al presidente de Guyana, Irfaan Ali, el «apoyo incondicional» de su país.

Venezuela, por su parte, criticó que Guyana haya «dado luz verde a la presencia» del Comando Sur en el Esequibo, después de que Ali advirtiera de que su país está en contacto con ese comando militar estadounidense y de que la GDF está «en alerta máxima».

«ACTITUD IMPRUDENTE»

El Gobierno de Venezuela indicó que «la actitud imprudente» de Georgetown abre a «la potencia imperial» la «posibilidad de instalar bases militares», con lo que está «amena- zando la zona de paz que se ha delineado en esta región».

En el marco de la cumbre del Mercosur que se celebra en Rio de Janeiro, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso la mediación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). En una declaración conjunta, Brasil Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia, Ecuador y Perú instaron a Guyana y Venezuela «al diálogo» y a la búsqueda de una «solución pacífica». Lula señaló que «lo que no queremos es una guerra en América del Sur, no necesitamos un conflicto.

Brasil reforzó su presencia militar en sus fronteras con Guyana y Venezuela.

El secretario británico de Exteriores, David Cameron, indicó que Venezuela carece de motivos para justificar una acción unilateral y tachó de «retrógrado» su demanda.

La disputa sobre el Esequibo, un territorio 159.000 kilómetros cuadrados que siempre ha figurado en los mapas de Venezuela y está lleno de petróleo, oro, diamantes y madera, que mantienen Venezuela y Guyana -antigua Guayana Británica- se reactivó tras el referéndum del 3 de diciembre, aunque data de las primeras décadas del siglo XIX.

Venezuela defiende que el Esequibo forma parte de su territorio, como cuando era colonia española y tras su independencia, hasta que el hallazgo de oro desató la ambición de Londres, que estableció a su antojo la frontera arrebatando miles de kilómetros cuadrados a Venezuela. Caracas apela al acuerdo de Ginebra, firmado en 1966 antes de la independencia de Guyana de Gran Bretaña, que sentaba bases para una solución negociada y anulaba el laudo de 1899. Guyana defiende ese laudo y pide que sea ratificado por la Corte Internacional de Justicia, cuya legitimidad no reconoce Caracas.



Una ley para gobernar en remoto

La Ley Orgánica para la Defensa de la Guayana Esequiba, con la que Venezuela pretende recuperar el territorio en disputa con Guyana, plantea, en un primer momento, una gobernación en remoto sobre esta área -dos tercios de la superficie guyanesa-, en la que Caracas planea explotar sus recursos. El Parlamento prevé aprobar la próxima semana este marco legal que será el comienzo de un proceso de creación de un nuevo estado venezolano en el área en litigio. Venezuela quiere establecer políticas provisionales hasta que se celebren elecciones allí o se llegue a una «solución práctica y mutuamente aceptable» con Guyana, por lo que, por ahora, toda la estructura militar y estatal se dirigirá a un área cercana al Esequibo, sin incursionar en esa zona.

El estado Guyana Esequiba estará regido por un gobernador designado por el jefe del Estado hasta los comicios, formará parte de la geografía nacional en todos los mapas, se sancionará a quienes favorezcan la posición de Guyana en esta cuestión y, aunque no establece acciones relacionadas con la explotación petrolera, ordena a los entes públicos abstenerse de «celebrar contratos o acuerdos» con quienes estén operando o colaboren» con Guyana. GARA