Derrota en el último suspiro para ahondar en la herida

El Amorebieta fue remontado por el Valladolid con un gol en el último suspiro, después de adelantarse en el marcador en la primera mitad. A los vallisoletanos les costó poner la igualada y cuando todo parecía condenado al empate, Salazar marcó el 2-1 en un saque de esquina para ahondar en la herida de los zornotzarras, que siguen en puestos de descenso, a seis puntos de la salvación.

Resultaba muy complicado para los locales llegar a la zona de tres cuartos visitante, puesto que la defensa de Amorebieta no permitía concesiones ni dejaba espacios por los que poder internarse hacia su área.

No había continuidad ni regularidad, ni en el juego del Amorebieta y, mucho menos, en el del Real Valladolid, que no hallaba ideas para obtener más profundidad y verticalidad, por lo que el choque entró en una fase trabada y con escaso dinamismo que rompió el gol de los azules, en un saque de esquina, obra de Manu Hernando.

Parecía que la segunda mitad iba a ser igual de insulsa que la anterior. Y a pesar de ese poco juego, en un saque de banda de Escudero, encontró a Juric en el primer palo para que este rematara de cabeza y empujara el balón al fondo de la red.

Tras el empate, el choque volvió a ralentizarse, y los técnicos buscaron revulsivos con cambios, sobre todo, Haritz Mujika, quien dio más peso al centro del campo.

Y cuando ya se daba por bueno el punto, Salazar enganchó el balón tras un córner caótico y para hacer el segundo tanto de los locales.