Pregunta: ¿Qué necesita Aki Kaurismäki para hacer una película que funcione y emocione? Una ciudad, pocos escenarios y dos seres humanos solitarios que se encuentran arropados por la música de un bar. Escondidas tras el color de la película, que parece pertenecer a otro tiempo, tras los silencios, la serenidad de los movimientos y de las conversaciones, se esconden pulsiones, violencias, sentimientos y un sumario de lo que son algunas vidas. Mediante una puesta en escena de apariencia teatral, naif, se esconde un modo de hacer cine que haría las delicias de Chaplin. La evolución de la cinematografía de Kaurismäki y su máxima de no traer más tristeza a este mundo a través de las películas, le ha llevado a crear películas que se convierten en ese arte que te abraza mientras te agita. Mediante un sentido del humor fuera de lo común, su melomanía, su interés por las clases desfavorecidas y la necesidad de hablar de la solidaridad ‘‘Fallen leaves’’ nos recuerda que estamos vivas. Dos personas solitarias se encuentran en la noche de Helsinki y parecen encontrar lo que podría ser el último amor de sus vidas. El alcoholismo y la precariedad laboral se cruzan en el camino de su búsqueda de la felicidad. El amor, no siempre salta por la ventana cuando la pobreza entra por la puerta, no al menos en las historias del viejo Kaurismäki.