Lointek Gernika Bizkaia nunca ha conseguido meterse en la ronda de octavos de final de la Women Eurocup, básicamente porque siempre ha tenido que lidiar en cruces dificilísimos, como han podido ser a lo largo de su historia continental el Galatasaray o el Mersin Çukurova de infausto recuerdo. Al menos sobre el papel, el Kangoeroes Mechelen flamenco no es tan fiero como los citados adversarios, pero ayer supo sufrir con hasta ocho puntos de desventaja, 56-64 y se trae cinco puntos de renta bien ricos a Maloste, después de haber conseguido un parcial de 5-0 en los últimos segundos del partido.

Lointek Gernika Bizkaia dispuso de varias oportunidades para ganar este partido de ida y afrontar el duelo de Maloste con ventaja. Ciertamente, el 3 de 14 en triples y los 16 balones perdidos tuvieron mucho que ver a poco que las de Lucas Fernández hubieran tenido algo de acierto desde lejos, otro gallo hubiera cantado, pero lamentarse de lo que pudo ser y no fue es absurdo, porque las vizcainas hicieron muchas cosas bien.

Los ocho puntos de máxima renta llegaron con unas grandes penetraciones de Rosó Buch y Bradford, pero esa necesidad de tener que ir hasta la cocina fue, a su vez, la condenación gernikarra, porque el Kangoeroes Mechelen supo encontrar el camino al aro vía tiros libres, con una Nauwelaers especialmente oportuna, para darle el golpe de gracia al partido, ya sin tiempo para reaccionar.