Según un estudio elaborado por el Observatorio de la Vivienda del Gobierno de Lakua, 41 municipios de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, en los que habita el 55% de la población de los tres territorios, tienen distritos susceptibles de ser declarados zonas residenciales tensionadas en virtud de la Ley estatal 12/ 2023, cuyo principal objetivo es garantizar el derecho a la vivienda, con medidas como poner tope a los alquileres e impedir el acaparamiento de inmuebles por parte de los «fondos buitre».

Son municipios con zonas en las que los precios de los alquileres no tienen límites, algo que difícilmente pueden entender, y menos aceptar, quienes a duras penas hacen frente a un más que abusivo alquiler o se ven en la calle de un día para otro. Ello es consecuencia del constante chantaje que supone la intangibilidad de los mercados bajo la eterna amenaza del desplome de la economía. Casi nadie discute el carácter ultraderechista del recien nombrado presidente de Argentina, Javier Milei, pero algunos responsables administrativos que se escandalizaron por la victoria del ahora presidente argentino son partidarios de políticas cercanas a las que, entre otras, convierten a Milei en ultraderechista. Su principal característica es su apuesta ultraliberal, la consideración del mercado por encima de todo lo demás, en especial de la gente. Una de las consecuencias de la falta de regulación, de pretender que la economía funciona cuando los mercados campan a sus anchas y sin presión alguna, es el cada vez más acuciante problema de la vivienda. Claro que la economía funciona, pero para unos pocos y a costa del empobrecimiento de cada vez más ciudadanos, de la privación hasta de los derechos y necesidades más básicas, como es la vivienda.

El Departamento de Vivienda de Lakua, dirigido por el PSE, ya ha comunicado oficialmente a los ayuntamientos el procedimiento para la solicitud de zona tensionada. Sin embargo, su socio mayoritario de Gobierno, el PNV, no solo votó en contra de la Ley estatal 12/ 2023, sino que también la recurrió, de modo que está pendiente de ese y otros recursos de formaciones de la derecha y la ultraderecha.