Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
TEDDY, LA MAGIA DE LA NAVIDAD

Un cuento navideño

La escenografía ya es de por sí toda una declaracación de intenciones: un pueblo nórdico entrañable cubierto de nieve. En este lugar, una familia se prepara para la llegada de las festividades navideñas. Entre los preparativos y la magia del ambiente, dos pequeños aguardaban con ansias este momento mágico.En una visita a una humilde caseta en la feria local, la joven protagonista se queda cautivada por un osito de peluche, apodado Teddy, cuyos ojos parecen cobrar vida ante los suyos. Sin embargo, un hombre misterioso se adelanta y se lo lleva como premio, dejando a la pequeña un tanto desolada. A pesar de las advertencias de sus padres sobre controlar su imaginación, ella estaba convencida de que Teddy tenía vida propia, y se muestra determinada a recuperarlo.

Esta película noruega, modesta y repleta de “espíritu navideño”, incide en el entorno familiar y supuesta alegría de estas festividades, mientras explora la mentalidad infantil con un notable acierto.

MODESTA Y ENTRAÑABLE

Dirigida especialmente a los más jóvenes, la trama se enfoca en la niña protagonista y su desbordante imaginación, que la lleva a enfrentarse a problemas tanto fuera como dentro de su hogar, y el guion evoca, en cierto sentido, el trasfondo de “Toy Story”, con una niña anhelante de poseer un osito de peluche y, por otro lado, las aventuras que vive este osito cuando cobra vida, deseoso de explorar el mundo por sí mismo.

A pesar de ser una producción modesta, los efectos especiales de la película resultan cautivadoras y logran empatizar con el espectador. Las interpretaciones, tal vez lo menos reseñable de todo el conjunto, subrayan demasiado los conceptos de “padres amorosos” y “niños encantadores”. A pesar de ello, la precoz Marte Klerck-Nilssen realiza una correcta interpretación en su rol protagonista.