Maite ASEGUINOLAZA, Jazmina NÚÑEZ, Nekane SARRIONANDIA
Los y las trabajadoras del PAC Donostia
GAURKOA

De Guatemala a guatepeor: la chapuza del traslado del PAC Donostia

Ante la inminente apertura del nuevo centro de salud de la Parte Vieja de Donostia, y ante la previsión de que el Punto de Atención Continuada de la calle Bengoetxea sea trasladado a la planta baja del mismo, los trabajadores y trabajadoras (médicos, enfermeras y celadores) del mismo queremos hacer partícipes al Ayuntamiento y a la población de la siguiente información.

El PAC Donostia de la calle Bengoetxea ofrece asistencia sanitaria a la población de Donostia fuera del horario de apertura de los centros de salud de la ciudad, es decir, de lunes a viernes de 17.00 hasta el día siguiente, y los fines de semana y festivos 24 horas. Siendo el único centro sanitario abierto durante toda la noche exceptuando las urgencias hospitalarias.

Debido a la precaria situación de algunos centros de salud de atención primaria y el recorte de horarios de los mismos (erróneamente llamado «adecuación horaria») el PAC Donostia ofrece un servicio indispensable a la población que no consigue acceder adecuadamente a su centro de salud.

Es de destacar, además, el ingente número de asistencias sanitarias a pacientes extranjeros y de otras comunidades que casi siempre son derivados a PAC Donostia.

Aunque es un local antiguo y carece de muchas comodidades, el local de la calle Bengoetxea dispone de cuatro consultas sanitarias (dos médicas y dos de enfermería), almacén, cocina y área de descanso para los trabajadores que tienen que pasar jornadas tan largas allí.

Ante el próximo traslado del PAC al edificio Pescadería, queremos manifestar lo siguiente: Ni el Ayuntamiento, ni el Departamento de Salud del Gobierno Vasco, ni la empresa constructora se han puesto en ningún momento en contacto con las y los trabajadores del PAC ni del centro de salud de la Parte Vieja para conocer su opinión o recabar información sobre las necesidades y distribución que el nuevo centro de salud debiera tener. Incluso han ignorado un dosier realizado por el jefe de servicio del PAC donde se recogían las necesidades básicas para un correcto funcionamiento de este servicio.

Según nos consta, el proyecto inicial contemplaba un área para el PAC de aproximadamente el doble de metros cuadrados y con un acceso independiente del centro de salud. Al área destinada al nuevo PAC se accederá por la misma puerta que al centro de salud y constará solo de dos consultas, claramente insuficientes si tenemos en cuenta que la plantilla del PAC es de dos médicas y dos enfermeras en algunos tramos horarios. No sabemos cómo se plantea solucionar esta carencia, ¿reduciendo la plantilla de trabajadores del PAC para que no hagan falta más consultas?

Esto, además, lleva aparejado que no habrá ninguna consulta libre para que sea ocupada por pacientes que necesiten cuidados especiales o tratamiento para su dolencia (pacientes en observación, en tratamiento por vía intravenosa o con oxigenoterapia...).

La sala de espera de pacientes es mucho más pequeña que la actual: tiene en concreto nueve asientos, lo que supondrá que muchos pacientes tengan que esperar en la calle.

Tampoco habrá ningún lugar donde los pacientes bajo custodia policial esperen a ser atendidos por la médica o la enfermera. Y tendrán que estar en la sala de espera con todos los demás pacientes (esposados, alterados y con custodia policial). Además de vulnerar el derecho a la intimidad de la persona detenida.

El PAC es un servicio que es parte de la atención primaria, pero debemos tener en cuenta que los fines de semana y las noches tan solo permanece abierto el PAC, encontrándose el resto del ambulatorio vacío. El hecho de compartir la entrada con el resto del centro de salud, sin separaciones del PAC con el resto del ambulatorio, con el office y área de descanso lejos de la zona de trabajo, implica que las situaciones de riesgo para las trabajadoras se multipliquen. En el nuevo centro tampoco dispondremos de verja de seguridad como tenemos ahora.

Teniendo en cuenta la casuística y las urgencias que pudieran surgir, es importante que todo el equipo pueda estar durante su jornada laboral cerca de las consultas para poder atender de forma más rápida cualquier incidencia que pueda surgir. Con el nuevo edificio la cocina y el área de descanso se encuentran situados en el último piso (el tercero), aislándonos de lo que sucede en ese momento en el lugar de las consultas y dejando al celador sólo y aislado en la puerta de entrada. Hay que tener en cuenta que esto implica que el celador no pueda moverse de su puesto de trabajo para acudir al servicio, por ejemplo, dejando la puerta de entrada sin vigilancia.

Por si fuera poco, nos encontramos sin habitaciones individuales para cada trabajador teniendo que realizar el descanso nocturno en una sala de aproximadamente 10 m² para enfermería, medicina y residentes de medicina cuando estos acuden a realizar guardias en el PAC.

Por último, debido al lugar donde está ubicado el nuevo centro de salud, no sabemos cómo van a solucionar el problema de accesibilidad al mismo cuando el Boulevard donostiarra y todas sus calles aledañas estén cerradas al tráfico por los innumerables eventos festivos y deportivos de la ciudad (maratón, Santo Tomás, Behobia, etc.). Desconocemos si hay un plan para facilitar el acceso a ambulancias y automóviles particulares que tengan que llevar a pacientes ancianos y/o de movilidad reducida.

Realizamos este escrito para transmitir nuestro malestar con el traslado de nuestro centro a una nueva ubicación que no ofrece las infraestructuras básicas necesarias para poder realizar nuestro trabajo en condiciones óptimas y trasladamos nuestra preocupación por no poder dar la mejor atención a los usuarios de dicho servicio.

*Firman este artículo Maite Aseguinolaza Otegui, Jazmina Núñez Barrio, Nekane Sarrionandia Anda, Arantxa Goñi Ruiz, Elisabet Ramos Rodríguez, Estibaliz Garay Ibañez de Elejalde, Iñaki Markuleta Baraibar, Gabriela Gabilondo San Juan, Maite Valin Marzan, Angel Hernandez Benito, Brenda Moreno Gonzalez, Nagore Lapeña Echabeguren y Pablo Balenciaga Prado.