Al menos un centenar de personas murieron ayer en un ataque israelí a un campo de refugiados en la Franja de Gaza. «Es una nueva masacre cometida por el Ejército de ocupación israelí en el campo de Al Maghazi, donde bombardearon cuatro casas habitadas pertenecientes a las familias Muslim, Salim, Nawasira y Abu Rahma», señaló el portavoz del Ministerio de Sanidad gazatí, Ashraf al Qudra.

Acusó a las tropas israelíes de bombardear la carretera principal que une varios campamentos de refugiados en la zona central del enclave «para obstaculizar el acceso de las ambulancias y de la defensa civil a los distintos lugares»; e hizo un llamamiento a la comunidad internacional para «presionar a la ocupación criminal». Instó «a todos los países del mundo libre» a «detener la guerra de genocidio cometida por el Ejército de ocupación contra nuestro pueblo palestino. Contra niños, mujeres y civiles».

MENSAJE DE YAHYA SINWAR

El bombardeo coincidió con un mensaje de Yahya Sinwar, líder de Hamas, que, en su primera intervención pública desde que comenzaron los combates, habló de una «batalla feroz, violenta y sin precedentes» contra Israel.

«Las Brigadas Al Qasam destruirán al Ejército de ocupación, están en camino de aplastarlo y no se someterán a las condiciones de la ocupación», destacó, y aseguró que la tropas israelíes «están sufriendo grandes pérdidas en vidas y equipos». Afirmó que las Brigadas Al Qasam han atacado a unos 5.000 soldados israelíes, «un tercio de ellos murieron, otro tercio resultó gravemente herido y el último tercio permanentemente incapacitado», además de destruir 750 vehículos militares.

Las cifras ofrecidas por Sinwar distan del recuento oficial de bajas del Ejército israelí, que ha confirmado 156 soldados muertos desde que comenzó la ofensiva terrestre en la Franja el pasado 27 de octubre; además de otros 333 durante el ataque de Hamas en suelo israelí el 7 de octubre.

Desde entonces las tropas israelíes han matado a más de 20.400 gazatíes -incluidos más de 8.000 niños- y causado más de 54.000 heridos. Además, se estima que más de 7.500 cuerpos están atrapados bajo los escombros, según el último recuento del Ministerio de Sanidad de Gaza.

«UNA BATALLA LARGA, NO ESTÁ CERCA DE TERMINAR»

Y esta cifra seguirá creciendo en las próximas semanas, a tenor de las palabras de ayer del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. «No nos detendremos, seguiremos luchando y profundizando los combates en los próximos días, y esta será una batalla larga y no está cerca de terminar», declaró durante una visita a las tropas desplegadas en el norte de la Franja.

Desde la parte palestina, Hamas y Yihad Islámica insistieron en no negociar ningún acuerdo mientras continúen los ataques de Israel, y reiteraron que el intercambio de prisioneros debe ser «todos a cambio de todos», en alusión a los israelíes cautivos en Gaza y a los prisioneros palestinos.

Egipto, que interviene como mediador, pidió a todas las partes que hagan concesiones para avanzar hacia una resolución. Fuentes consultadas por Efe explicaron que Egipto ha pedido a Hamas y a Yihad Islámica que piensen en «los resultados positivos que se obtendrían» con la liberación de rehenes. Al parecer, hay «aceptación israelí» para discutir la propuesta de intercambiar 40 detenidos a cambio de una tregua temporal de dos semanas en la Franja de Gaza.