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EDITORIALA

Gipuzkoa votó por tener un buen gobierno


La sociedad ve con desagrado que los políticos defiendan una cosa y la contraria dependiendo de si su fuerza es la beneficiada o la damnificada. Cuando se negociaba la investidura de Pedro Sánchez, el PNV repetía que no podía ser un acuerdo solo para la investidura, que debía ser para la legislatura, y afeaba a EH Bildu no defender lo mismo. El problema era que para entonces PNV y PSE ya habían llegado a las alcaldías de Gasteiz y de Durango y a la Diputación de Gipuzkoa gracias al apoyo del PP. Solo para evitar que EH Bildu gobernase y sin un pacto que les garantizase la gobernabilidad, empezando por los presupuestos.

El caso más escandaloso es, quizás, el de Gipuzkoa, donde los soberanistas de izquierda fueron la primera fuerza con un apoyo del 36%, superando en 15.000 votos y cinco escaños al PNV, tal y como recuerda en una entrevista hoy Maddalen Iriarte. Esta propuso a PNV, PSE y a Elkarrekin Podemos un acuerdo de gobierno compartido y cooperativo, pero lo rechazaron y buscaron el voto del PP para poder gobernar. Ahora han llegado los presupuestos, y el Gobierno de Eider Mendoza no ha logrado un acuerdo para evitar la prórroga. En el PNV calcularon que las tensiones internas en torno a Sumar y Podemos podrían facilitar un pacto, pero con el veto a Iriarte y en año electoral ese apoyo sería un muy mal posicionamiento para la izquierda. Para colmo, la negociación de las cuentas ha coincidido con la moción de censura de Iruñea, lo que ha llevado al PP a recordar a PNV y PSE cómo lograron estas instituciones y a vetar por ahora cualquier acuerdo.

Es ridículo reprochar a EH Bildu que en Madrid y en Iruñea apoye las cuentas sin tener en cuenta cómo ha llegado Eider Mendoza a ser diputada general, que gobierna en minoría con el PSE y gracias al PP. Las propuestas de EH Bildu para los presupuestos responden a lo que prometió en campaña electoral y deberían ser tenidas en cuenta por el apoyo masivo que tuvieron. Gipuzkoa era un buen terreno para cambiar la línea que ha llevado al PNV a perder apoyos y talento. Sus dirigentes deberían revisar us cálculos y rebajar su beligerancia. Gipuzkoa merece el buen gobierno por el que votó.