GARA Euskal Herriko egunkaria
Entrevista
BEÑAT TURRIENTES
Jugador de la Real Sociedad

«He aprendido a afrontar todos los momentos de la mejor manera»

El beasaindarra tuvo que superar con solo 18 años un 2020 en el que se le juntaron la pandemia, el fallecimiento de su padre y un error en la tramitación de su ficha que le impidió jugar durante ocho meses. Después de eso ha sabido darle la vuelta a una pasada temporada en la que le penalizaron dos goles y solo jugó seis minutos en la primera mitad del 2023.

(Jon URBE | FOKU)

 

Sin llegar a la mitad de la temporada, Turrientes lleva 907 minutos, el triple de los 315 de la pasada, con 102 en Liga, 73 en Copa con el Cazalegas y 140 en la Europa League.

Acaba un 2023 con dos partes muy diferentes...

La temporada pasada no tuve muchos minutos. Era la primera con dorsal del primer equipo y con el nivel y la competencia que había los minutos que jugué no estuve a la altura de lo que me pedía el mister y fue más un año de aprendizaje. Éste me estoy encontrando mucho mejor, con mucha más confianza, y ahí se ve en los minutos que tengo. He trabajado mucho en cada entrenamiento, me he soltado en los partidos, estoy muy contento y quiero seguir así.

El año pasado le penalizaron dos goles en Getafe y Roma. Después deja de jugar...

El partido de Getafe fue el primero de titular en la Liga, iba bien y después de la mano fue el gol de ellos y el cambio en el descanso. Fue un momento duro para mí porque quieres demostrar y hacerlo bien y, cuando no salen las cosas, te vienes abajo. Y en Roma, después de no jugar en tanto tiempo, salí y en esa jugada no hice la falta que debía hacer para parar al rival. Son jugadas de las que he aprendido mucho y este año he mejorado y por eso tengo más minutos.

¿Se llega a plantear salir como otros? ¿Cómo fue el verano con la confianza del club al no realizar fichajes por la marcha de Guevara e Illarramendi?

Me comentaron que no iban a fichar a nadie y que confiaban en los jóvenes. Por eso tenemos que estar agradecidos a Imanol, Olabe y al presidente por confiar en nosotros. Tampoco tenía intención de salir de la Real, me lo ha dado todo en el fútbol. No quería irme y con las salidas vi que tenía un hueco. En verano me puse a pensar y dije que debía dar un golpe en la mesa y demostrar que tenía nivel para jugar en esta Real y competir en Liga y Champions. Por dentro sabía que podía hacer lo que no hice el año pasado. Lo estoy consiguiendo y espero ir a más.

¿Es difícil competir con Zubimendi y Merino en los puestos donde más puede jugar?

Son internacionales absolutos. Lo demuestran este año que llevan a la Real a lo más lejos posible, a hacer historia. Compartir entrenamientos y vestuario con ellos es un orgullo y una gozada. Debo aprender de ellos y lo hago. Son compañeros muy buenos que ayudan en cada momento, te aprietan y me viene muy bien en los partidos y entrenamientos para estar a tope.

Le da la vuelta y tiene confianza y se atreve con cosas que el año pasado no hacía.

Estoy muy feliz aquí. A mucha gente le ha costado el primer año en el primer equipo. Lo más lógico es no tener muchos minutos. Lo que me dio rabia fue que cuando tuve las oportunidades no demostré lo que tenía. Fue un año más de aprender de los que tenía al lado, jugadores de talla mundial. En el deporte y la vida es importante salir adelante en las adversidades y lo hizo al perder en abril de 2020 a su aita Roberto, exjugador del Beasain y muy ligado al fútbol.

Fue un palo muy duro. Era el que más ilusión tenía de verme aquí. Se fue, pero seguro que desde arriba me ve y está superorgulloso. En la vida y el fútbol hay altibajos, momentos buenos y malos, y he aprendido que debes afrontar todos los momentos de la mejor manera para que mi aita esté orgulloso de mí. Sobre todo quería verme competir en este equipo y que esté bien como ahora y por eso voy a seguir trabajando para mantener este ritmo y la confianza.

Le dedicó el debut y lleva tatuado el lema del Liverpool "You'll Never walk alone" porque a su aita le gustaba...

Cuando falleció lo primero que hicimos mi hermana y yo fue tatuarnos en el brazo el lema del Liverpool, que dice que nunca caminarás solo, porque nos ponía mucho su himno en casa. Siempre que entro al campo me lo beso para que él me dé fuerza. El debut se lo dediqué. Fue especial, aunque me dio mucha pena que no lo viera porque me decía que iba a jugar en Anoeta con el primer equipo. Seguro que estaba arriba apoyándome y feliz.

Por si fuera poco el golpe, estuvo ocho meses sin poder jugar hasta enero de 2021 por un error administrativo al tramitar su ficha con el Sanse.

Se juntó todo, la pandemia, falleció mi aita y cuando empecé en el Sanse con ilusión tras muchos días en casa, quería llegar a Zubieta a entrenarme tras unos meses difíciles y me dijeron que por un problema con la ficha no podía jugar hasta enero. Me fastidió, pero me vino bien porque empecé a entrenarme con el primer equipo. Mejoré y vi lo que era la élite entrenándome con esta gente y con Imanol.

Y empieza a jugar y logra subir a Segunda con el Sanse.

El ascenso fue un momento especial porque el Sanse llevaba sesenta años sin subir a Segunda. Verte en ese equipo y lograr ese hito tan importante fue un momento inolvidable.

Luego pasa al primer equipo y acaba esa temporada con el filial en Segunda. Xabi Alonso le da el brazalete de capitán pese a ser el más joven.

Es lo que tiene un filial, que cuando en el primer equipo hay bajas, se echa mano de él. Me tocó estar subiendo y bajando y no me quejo. Debuté con el primer equipo, jugué bastantes minutos y, cuando se recuperan todos los del primer equipo, bajé y en el Sanse Xabi me dio la confianza. Veía que podía ser un jugador importante, me dio el brazalete y lo cogí con muchas ganas. Hicimos una segunda vuelta muy buena y sumamos bastantes puntos. No logramos el objetivo de no descender. Como era el primer año en Segunda, nos faltó experiencia y los detalles marcan mucho, pero fue una campaña bonita.

Le gusta jugar más adelante, pero Xabi Alonso lo puso en la de pivote, en su posición.

Desde que entré en la Real y en cadetes jugábamos dos medios centros y un media punta. Cuando subimos con el 4-3-3 me veían más de interior y Xabi más de pivote, de organizador, para sacar el balón desde atrás. Me gusta más la segunda altura para llegar más al área porque me dicen que tengo buen golpeo, pero donde me pida el mister doy el 100%.

¿Qué supone haber tenido como entrenador a Xabi Alonso, que ahora triunfa en Alemania con el Bayer Leverkusen?

Se demuestra el nivel que tiene como entrenador, que van primeros sin perder ningún partido. En el Sanse se le veía que tenía el techo muy alto. A los medios centros nos ayudaba mucho porque él jugaba ahí y en cada entrenamiento nos corregía. Es un orgullo que me haya entrenado y me alegro mucho de que le vaya tan bien.

¿Y qué destacaría de Imanol?

Se está viendo que hace historia en la Real. Destacaría la naturalidad con la que lo lleva todo. Es muy exigente, no deja a nadie relajarse y a mí me viene muy bien. En cada entrenamiento debes dar el 100%, sin ponerte ningún limite. Me gusta mucho que nos apriete, que si las cosas se hacen mal nos eche broncas para hacerlo mejor la siguiente vez. Ojalá siga aquí muchos años.

¿De qué partido con la Real se ha quedado más satisfecho?

Del segundo con el Salzburgo. Me vi en el once y sentí muchas ganas de jugar con la Real en Champions en Anoeta. Lo sueñas desde niño. Dije que debía hacerlo lo mejor posible. Fue una pena no ganar, pero me encontré super a gusto.