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INFIERNO EN GAZA

Israel mata al «número dos» de Hamas en un ataque en Beirut

Israel mató ayer a Saleh al-Arouri, considerado «número dos» de la oficina política de Hamas, en un ataque con dron contra un edificio en un bastión de Hizbulah en la capital de Líbano. El régimen sionista cruza una línea roja fijada por Hassan Nasrallah al inicio de su brutal ofensiva contra la Franja de Gaza, con el consiguiente riesgo de que el conflicto se extienda.

Investigadores libaneses, en la atacada oficina de Hamas en Beirut. (Anwar AMRO | AFP)

Hamas confirmó ayer la muerte de Saleh al-Arouri, uno de sus líderes más prominentes en el exilio, en el bombardeo con un dron israelí contra una oficina del grupo en Beirut, capital de Líbano, donde al parecer se celebraba una reunión de varias facciones palestinas. El ataque también acabó con la vida de otras cinco personas, entre ellas tres comandantes.

Tras la incursión de Hamas del 7 de octubre en Israel, el Gobierno de Benjamin Netanyahu prometió encontrar en Gaza y eliminar a Yahia Sinwar y Mohamed Deif, dirigentes del movimiento de resistencia islámica a los que situó como cerebros de aquella operación. No ha podido hacerlo hasta ahora, pero ayer mató a Al-Arouri, considerado «número dos» del brazo político de Hamas y cofundador y uno de los comandantes de su rama militar, las Brigadas Ezzedine al-Qassam.

En Líbano desde 2018, Al-Arouri ha estado casi 20 años detenido en cárceles israelíes, hasta su liberación en 2010. Y ha sido uno de los principales intermediarios en la liberación de los israelíes en poder de Hamas desde el 7 de octubre. Hace un mes, en declaraciones a Al-Jazeera, afirmó que el resto de prisioneros eran soldados o antiguos soldados y que no serían liberados hasta que Israel ponga fin a los ataques sobre la Franja de Gaza.

BASTIÓN DE HIZBULAH

El ataque de ayer fue realizado con un dron. Al menos dos proyectiles impactaron contra una oficina de Hamas en el área de Msharafiye, suburbio meridional de Beirut, zona que representa uno de los principales bastiones de Hizbulah y que no había sido atacada desde verano de 2006. Por eso, el ataque de ayer podría suponer una extensión regional del conflicto y el inicio de una nueva fase, según sea la reacción del Partido de Dios, que anoche aseguró que el ataque «no quedará sin respuesta».

Su líder, Hassan Nasrallah, al inicio de la ofensiva militar sionista contra la Franja de Gaza. consideró «realista» esa posibilidad y advirtió de que responderán con contundencia si «Israel mata a un ciudadano libanés, sirio, iraní o palestino» en Líbano, una línea roja que el régimen sionista cruzó ayer.

Desde el 8 de octubre, el Ejército israelí está enzarzado también en un intenso fuego cruzado con Hizbulah en la frontera común -que se suma a los frentes abiertos en Gaza y el mar Rojo-, pero, hasta ahora, los enfrentamientos se han limitado a esa línea y Hizbulah no ha utilizado gran parte de su potencia de fuego.

La expectación ante la respuesta de Nasrallah, que está previsto que comparezca hoy, es alta. Israel amenazó hace semanas con convertir Líbano en una nueva Franja de Gaza, lo que podría modular la reacción de Hizbulah y podría suponer una importante escalada del conflicto, ya que tiene experiencia en combate tras diez años luchando en Siria y misiles de largo alcance.

«NUNCA SERÁ DERROTADO»

Hamas atribuyó a Israel el ataque. Culpó a la ocupación sionista de «asesinar cobardemente» a líderes palestinos «dentro y fuera de Palestina». El bombardeo contra su oficina «prueba una vez más el completo fracaso» de Israel en Gaza, aseguró. Su líder, Ismail Haniyeh, afirmó que el movimiento de resistencia «nunca será derrotado». Las Brigadas Al-Qassam prometieron dar respuesta a «todos los crímenes» de Israel contra los palestinos y reiteraron su «determinación de resistir». Lo mismo hizo la Yihad Islámica, que tildó lo sucedido de «cobarde y traicionero asesinato».

El primer ministro de la ANP, Mohamed Shtayeh, condenó el «asesinato» y acusó de forma implícita a Israel al decir que fue «un crimen que lleva la identidad de sus autores», mientras advertía de «los riesgos y repercusiones que pueden derivarse de este crimen». Al-Fatah ha convocado una huelga general para hoy.

En la misma línea, el primer ministro de Líbano, Nayib Mikati, denunció que este «nuevo crimen israelí pretende arrastrar al Líbano a una nueva fase de confrontación» con Israel, pese a los esfuerzos de su país para distanciarse de la ofensiva sionista sobre Gaza. Además, ordenó elevar una queja «urgente» ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Israel no suele confirmar ni desmentir este tipo de acusaciones y tampoco lo hizo ayer. El principal portavoz militar del Ejército sionista, Daniel Hagari, afirmó que las fuerzas israelíes están «en un nivel muy alto de preparación en todos los frentes, en defensa y a nivel ofensivo», sin hacer referencia directa al bombardeo en Beirut.

Pero hay pocas dudas. Varios diputados felicitaron en las redes sociales a los servicios de inteligencia y al Mossad por tal acción, e Israel había dicho que iba a perseguir a los líderes de Hamas que dieron luz verde a los ataques del 7 de octubre se encuentren donde se encuentren.

La muerte de Al-Arouri tuvo lugar en el día 88 de la ofensiva israelí contra Gaza, donde los ataques del Ejército de Israel han provocado al menos 22.185 muertos y 57.035 heridos, la mayoría menores y mujeres, según el Ministerio de Sanidad del enclave palestino.



A la CIJ para confrontar con Sudáfrica

Israel señaló ayer que comparecerá ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para defenderse de la acusación de genocidio contra la población palestina en la Franja de Gaza por parte de Sudáfrica, que presentó el pasado viernes una denuncia contra el Estado sionista por cometer un genocidio en Gaza, donde ha matado ya a más de 22.000 palestinos, en torno al 75% de ellos niños, mujeres y ancianos, según el Ministerio de Sanidad del enclave palestino.

«El Estado de Israel comparecerá ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para disipar la absurda difamación de sangre de Sudáfrica», anunció Eylon Levy, portavoz del Ejecutivo, que insistió en que el país africano se alinea con Hamas, al que Israel acusa de perpetrar «un acto de genocidio» en su ataque del 7 de octubre. «Israel condena enfáticamente la decisión de Sudáfrica de actuar como defensor del diablo y de convertirse en cómplice criminal de los perpetradores de la masacre del 7 de octubre. Garantizamos a los líderes de Sudáfrica: la historia os juzgará, y lo hará sin piedad», agregó Levy.

«Los actos y omisiones de Israel tienen carácter genocida, ya que se cometen con la intención específica requerida de destruir a los palestinos en Gaza como parte del grupo nacional, racial y étnico palestino más amplio», argumenta Sudáfrica en su denuncia. Israel «viola sus obligaciones bajo la Convención de genocidio» y participa «en actos genocidas contra el pueblo palestino en Gaza», añade.GARA



Soldados matan a cuatro palestinos en Cisjordania

El Ejército israelí mató ayer a cuatro palestinos en una localidad cercana a Qalqilia, en la Cisjordania ocupada, mientras organizaciones palestinas daban a conocer el fallecimiento de un preso palestino en la cárcel israelí de Megido, el séptimo desde octubre.

Los cuatro jóvenes murieron por disparos de soldados ocupantes en una incursión en Azzun, cerca de Qalqilia, en el norte de Cisjordania, en la que emplearon balas, granadas ensordecedoras y botes de humo, informó la agencia Wafa citando fuentes de seguridad palestinas.

Las cuatro víctimas mortales son Walid Radwan, de 18 años; Qusai Jamal Adwan, de 21; Iyad Shbeita, de 22; y Mohammad Abdefattah Radwan, de 29. Sus cadáveres, señaló Wafa, fueron secuestrados por los sionistas.

Como respuesta a estos hechos, se declaró una jornada de huelga general en esta localidad.

También ayer, la Comisión de Presos y Expresos y el Club de Prisioneros de Palestina informaron de la muerte de un palestino en la cárcel de Megido.

Abdul Rahman Bassem al-Bahsh, de 23 años y natural de Nablus, fue detenido en mayo de 2022 y condenado a 35 meses de prisión. Es el primer fallecido palestino en prisiones israelíes en 2024 y el séptimo desde el 7 de octubre, según la agencia Wafa. «El Servicio Penitenciario israelí se limitó a anunciar la muerte» del joven «y que se revisarían las condiciones» de la cárcel, mientras que su familia quiso destacar que «no padecía ninguna enfermedad grave».

«Megido es una de las prisiones que fue testigo de crímenes horrendos y torturas sistemáticas contra los prisioneros después del 7 de octubre», agregaron. Testimonios de expresos y de abogados «confirman que las torturas y brutales palizas» en cárceles israelíes «fueron la causa directa» de estas muertes, aseguraron.

Por eso, reclaman a los organismos internacionales que presionen «para detener los crímenes sin precedentes contra los presos».GARA