GARA Euskal Herriko egunkaria
REMODELACIÓN DEL GOBIERNO FRANCÉS

Macron trata de recuperar el impulso de 2017 situando a Attal en Matignon

El presidente francés ha optado por nombrar al primer ministro más joven de la V República para, paradójicamente, proponerle la misión de recuperar el brío reformista que le encumbró a él mismo al Elíseo seis años atrás. Ello en vísperas de unas elecciones europeas en las que los sondeos sonríen a una ultraderecha a la que el recién nombrado disputa la voz de la autoridad.

Borne anima a Attal a entrar en Matignon. (Emmanuel DUNAND | AFP)

 

Emmanuel Macron ha optado por mover el banquillo, y ha elegido a un político que encarna claramente los orígenes de su proyecto político. Gabriel Attal sustituye a Élisabeth Borne, que el lunes presentó su dimisión, abriendo así la puerta a una remodelación con la que el presidente galo aspira a relanzar su segundo quinquenato.

Llegado hace solo seis meses al Ministerio de Educación, Gabriel Attal, que arrancó su carrera política en las filas de la izquierda, se ha caracterizado por defender las tesis del «retorno a la autoridad», uno de los ejes del discurso del propio Emmanuel Macron en el arranque del nuevo año.

El mandatario liberal opta por un político que se caracteriza por hablar «de tú a tú» a la ultraderecha, pero no para defender las ideas de su formación de origen, el Partido Socialista (PS), al que se vinculó entre 2006 y 2016, sino más bien para competir en el propio marco ideológico de Marine Le Pen en materias como la laicidad o la seguridad.

Con una oratoria sin fallas, Attal empleó su primer discurso para lanzar mensajes a públicos diferentes, ya para defender el modelo social y la igualdad, ya para mostrar cercanía por sus dificultades vitales con las clases medias.

Ello no impidió que se marcara la prioridad de que «Francia sea dueña de su destino», para lo que defendió la labor de su predecesora, incluso a la hora de cerrar filas sobre «reformas difíciles», como la impopular reforma de las pensiones y la más reciente de la ley migratoria.

Attal, que entró a pie a Matignon, eludiendo el vehículo oficial, despidió a sus puertas a una Borne que también se fue paseando. Luego, haciendo gala de coherencia con su método de trabajo -prometió «decir la verdad y actuar sin demora»-, el ya primer ministro emprendió viaje al norte, para encontrarse con los afectados de las inundaciones en Pas-de-Calais.

ELECCIÓN CON RIESGOS

La opción Attal permitirá a Macron encarar, al menos sobre el papel, con mejores opciones las elecciones europeas el próximo mes de junio.

Una cita electoral en la que, por lo habitual, los franceses se movilizan poco y cuando lo hacen es para castigar a las formaciones en el gobierno. No en vano en su reacción para restar valor a la remodelación, Marine Le Pen hizo alusión a esa liza en la que la ultraderecha cuenta con todo un «rottweiler», un Jordan Bardella que, a sus 28 años, atrae el apoyo de las nuevas generaciones en no pocos sondeos.

A sus 34 años, Attal le dará réplica al convertirse en el primer ministro más joven de la V República, desbancando del pódium al socialista Laurent Fabius, que llegó a Matignon a los 37 años.

Aunque el propio Attal se refirió a su nombramiento como un «gesto de audacia», a cargo de quien en 2017 «se convirtió en el presidente más joven de Francia», Macron asume riesgos, al evidenciar que ya no le quedan demasiados cartuchos para sacar de la zona gris su último mandato.

El nuevo inquilino de Matignon se maneja como pez en el agua en las redes sociales y, en general en los códigos de la comunicación política actual, y es alguien a quien no hará falta presentar, ya que los ciudadanos le conocen y hasta le aprecian, de hacer caso a las encuestas, lo que dada la mala valoración de Macron, le convierte en todo un talismán.

Al otro lado de la balanza, Gabriel Attal no atesora prácticamente vida profesional fuera de la política. No ocultó en su toma del cargo que «se lo debe todo» a Macron, lo que, de partida, le deja poco margen de maniobra para actuar con cierta autonomía por más que se declare partidario de «romper barreras y proceder con valentía».

Gabriel Attal ha ejercido en diferentes puestos gubernamentales desde la victoria de Macron en 2017. Fue portavoz del Ejecutivo y luego segundo de Bruno Le Maire en el Ministerio de Economía antes de recalar en el Ministerio de Educación del que partió ayer hacia Matignon con la enseñanza, dijo, de que «la escuela es el mejor arma para cambiar la sociedad».