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El miedo se apodera de Ecuador ante la ofensiva de bandas vinculadas al narco

El miedo y los militares tomaron ayer las calles de Quito y Guayaquil, que amanecieron desiertas tras la escalada de violencia atribuida a bandas vinculadas al narcotráfico y que llevó a la declaración del estado de excepción. Daniel Noboa aseguró que el país se encuentra en «estado de guerra» y que no negociará ni cederá ante esos grupos.

Fuerzas de seguridad hacen guardia mientras miembros del cuerpo diplomático llegan al Palacio de Carondelet, en Quito. (STRINGER | AFP)

«Estamos en un estado de guerra y no podemos ceder ante estos terroristas», señaló el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, en su primera intervención pública desde el estallido de la última crisis de inseguridad provocada por grupos vinculados al narcotráfico, que comenzó con la fuga de la cárcel de Adolfo Macías “Fito”, líder de Los Choneros, la principal banda del crimen y aliada del mexicano Cártel de Sinaloa, cuando iba a ser trasladado a una cárcel de máxima seguridad. Noboa, que el lunes decretó el estado de excepción, anticipó ayer que no piensa negociar ni ceder ante estas organizaciones.

El mandatario prometió tras ganar las elecciones reinstaurar el orden en el país más violento de América Latina, cuando había sido un ejemplo de seguridad, sumido desde hace unos años en una lucha entre bandas criminales, pero en el mes y medio que lleva al frente del país se ha visto rebasado por una escalada de violencia e inseguridad. Ayer afirmó que la violencia de los últimos días es la respuesta de los grupos criminales a las acciones que está poniendo en marcha su Gobierno para detener la ola de inseguridad.

Según Noboa, las bandas criminales quieren causar terror y doblegar al presidente, «pero no lo van a conseguir». Insistió en que no negociará con ellas al señalar que se está trabajando en cómo rescatar a los 125 guardias penitenciarios y 14 administrativos que permanecen retenidos en cinco cárceles por presos de estas organizaciones.

«Estamos haciendo lo posible y lo imposible para traerlos sanos y salvos, pero no podemos parar una guerra por eso, porque el Estado está en guerra», remarcó. Y advirtió de que los jueces y fiscales que dicten resoluciones favorables a líderes o a miembros de estas bandas serán considerados y tratados como «terroristas».

Cientos de soldados y policías buscan a Macías, cuya imagen dio la vuelta al mundo tras la muerte en atendado en agosto, en plena campaña electoral, del candidato presidencial Fernando Villavicencio, quien lo había denunciado días antes por amenazas.

MILITARIZACIÓN

La sede del Ejecutivo ecuatoriano, situada en el centro histórico de Quito, despertó con un fuerte despliegue militar. Unos 700 militares y alrededor de 400 policías, según la prensa local, resguardan la zona, donde se ubican también la Vicepresidencia, la Alcaldía y otros estamentos oficiales.

Quito amaneció sin el ritmo habitual por la disposición del Ministerio de Educación de realizar las actividades en modalidad virtual. Y el teletrabajo dispuesto para varias instituciones públicas, así como privadas, redujo considerablemente la circulación en la capital y otras ciudades, como la ciudada costera de Guayaquil, considerada el nudo económico de Ecuador y que estaba prácticamente desierta, con poco movimiento y escasa afluencia de personas a las estaciones de transporte.

También había poco movimiento en las estaciones del Metro de Quito, inaugurado el 1 de diciembre, que se mantiene en funcionamiento con vigilancia policial, pero no militar, como ocurrió el martes.

La Policía informó de una alerta recibida ese día por la noche por una «amenaza» en una gasolinera, en la que se encontró «un vehículo incinerado con dos cilindros de gas en su interior», que fueron retirados. Se retiró también «un presunto artefacto explosivo sin causar daños ni víctimas en Yacupugro y Libertadores, al sur de Quito, tras la rápida intervención de unidades especializadas».

Los accesos al aeropuerto internacional Mariscal Sucre se han reforzado y los agentes controlaban el paso de los vehículos empleando espejos con los que revisan su parte inferior, para prevenir eventuales explosiones. A sus instalaciones solo está permitida la entrada de los viajeros.

El canal TC televisión, con sede en Guayaquil, no tenía a primeras horas de ayer transmisión después de que el martes un grupo de encapuchados armados entraran en sus instalaciones mientras se realizaba una transmisión en vivo. Trece personas fueron detenidas por su presunta participación en la ocupación del canal.

ONCE MUERTOS

La operación de rescate se saldó sin víctimas, pero eso no impidió que el pánico se desatara en las calles, centros educativos y comercios de la ciudad, donde ocho personas resultaron muertas y otras dos heridas cuando encapuchados dispararon a transeúntes y vehículos, y tomaron por la fuerza una tienda. Además, dos policías murieron en Nobol, también en la región de Guayas.

Noboa decretó el lunes un estado de excepción en todo el país debido a la acción violenta de grupos de delincuencia organizada, sobre todo por motines en unas seis cárceles y la fuga de reos considerados de alta peligrosidad, como el líder de Los Choneros.

El incendio de vehículos, el secuestro y amenazas a policías y carceleros, los ataques con explosivos y la irrupción de encapuchados armados en el mencionado canal de televisión desbordaron la situación en Ecuador, que el martes vivió una jornada de terror, en la cual el presidente declaró un «conflicto armado interno» y dispuso la acción militar.

Ayer, el presidente agradeció la ayuda ofrecida por EEUU, China, Israel, Perú, Argentina y Colombia, a cuyo Gobierno propuso que se haga cargo de cerca de 1.500 presos colombianos que están cárceles ecuatorianas, lo que les permitiría bajar el hacinamiento de las prisiones. Agregó que «tienen ya sentencias, de cinco años o más, ejecutoriadas» y pueden ser devueltos a su país de origen.

El ministro colombiano de Justicia, Néstor Osuna, afirmó que si Ecuador expulsa a 1.500 colombianos presos su Gobierno tendrá que recibirlos con independencia de si tienen o no cuentas pendientes con la ley. «Si los expulsan, en primer lugar los están expulsando de la cárcel; es decir, los están dejando en libertad y al llegar a la frontera por supuesto que un ciudadano colombiano puede entrar a Colombia», dijo. Allí se examinará la situación judicial de cada uno.



Correak babesa eskaini dio Noboari erbestetik

Rafael Correa Ekuadorko presidente ohiak babesa adierazi die egungo estatuburuak hartutako neurriei.

«Daniel Noboa presidentea, gure erabateko babesa duzu. Mesedez, ez amore eman», erregutu zion Bruselan bizi den presidente sozialista ohiak (2007-2017), atzo goizaldean zabaldutako bideo batean.

«Gure desadostasun politikoez eztabaidatuko dugu garaipenaren biharamunean. Gaur batasun nazionalerako ordua da. Krimen antolatuak gerra deklaratu dio Estatuari, eta Estatuak irabazi behar du», azaldu zuen Correak, azaroan Luisa Gonzalez hautagai sozialistaren alde agertu zen moduan.

Herrialdeak «benetako amesgaiztoa bizi du, oraindik pentsaezina den zerbait, duela gutxi imajinaezina eta Zuzenbide Estatuaren suntsipen sistematikoaren ondorioa dena», salatu zuen auzitegien jazarpenak erbesteratzea bultzatu zuen politikariak. GARA