La ilusión del novato alimenta las expectativas de llegar a la final

Con la única baja de Chimy Ávila, Osasuna afronta el duelo frente al Barcelona (Al-Awaal, 20.00, Movistar) consciente de que es la cenicienta del torneo, pero esperanzado en que pueda realizar un partido casi perfecto con el que dar una imprevista campanada.

Osasuna es la cenicienta de una Supercopa diseñada para los grandes, pero la ilusión rojilla de saber que no tiene nada que perder es tan grande que le permite soñar con una hipótetica eliminación del Barcelona. Llegar hasta aquí ya ha sido todo un éxito para el club rojillo, pero, ya puestos, por qué no dar la campanada ante un rival que no pasa precisamente por su mejor momento de juego y resultados.

Conscientes de la enorme diferencia de talonario entre ambas plantillas, lo cierto es que los pupilos de Jagoba Arrasate no se lo han puesto nada fácil últimamente a la escuadra blaugrana, pese a que solo han logrado un empate en los últimos siete enfrentamientos en los que ambos clubes se han visto las caras.

Osasuna quiere ahondar en el delicado momento culé y, para ello, tendrá que realizar un partido casi perfecto, estando bastante más contundente en ambas áreas de lo que lo ha sido en lo que se lleva de la presente temporada. Con Chimy Ávila en la enfermería, Arrasate pierde a uno de esos jugadores que podrían darle chispa sorprendiendo la espalda azulgrana, una función que muy bien le podría corresponder a un Arnáiz especialmente inspirado en sus últimas apariciones.

Desparpajo o experiencia es la incógnita que debe despejar el preparador rojillo en algunas posiciones, como es el caso de Iker Muñoz o Torró, pues la medular es la línea donde podrían darse más combinaciones diferentes dependiendo de quién salte de inicio. Parecen indiscutibles otros futbolistas, caso de Herrera, Areso, David García, Aimar o el goleador Budimir, en quien están depositadas las mayores esperanzas ofensivas del cuadro navarro, después de haber anotado nueve dianas en la primera vuelta liguera.

SÍ, SE PUEDE

Arrasate no ocultó que se trata de un «reto mayúsculo», pero matizó que su intención es que se produzca una «noche mágica». Así, explicó que el plan de partido debe contener una mezcla entre «presión alta y repliegue, aunque no podemos fiarlo todo a que pase el tiempo, tenemos que ser valientes con nuestras armas».

El capitán rojillo, David García, aseguró que «estamos convencidos de que podemos conseguirlo. El equipo cree y se va a ver a un Osasuna que va a salir a ganar. Como navarro y rojillo, jugar esta Supercopa ya supone un sueño para mí», indicó el de Ibero.

El Real Madrid pasa en la prórroga (5-3)

Un autogol de Savic al despejar un balón en el minuto 116 inclinó finalmente la balanza del lado del Real Madrid, en un partido muy disputado en el que el Atlético rozó con los dedos el pase, pero se dejó empatar a falta de cinco minutos para la conclusión del tiempo reglamentario.

Ambas escuadras madrileñas firmaron una primera parte muy entretenida, con cuatro goles y constantes alternancias en el electrónico. Se adelantaron los colchoneros por mediación de Mario Hermoso (m.7), pero empataron los merengues en el 20 con otro testarazo, esta vez de Rudiger.

Los de Ancelotti remontaron a la media hora con un toquecito de calidad de Mendy, aunque el Atlético aún tuvo tiempo para igualar la contienda en el 37 con una preciosa jugada individual de Griezmann. Bajó mucho el ritmo tras el descanso, pero un error en la salida de Kepa -pidió falta de Morata- subió el 3-2, que parecía definitivo. El Real Madrid no se rindió y puso las tablas en el 85 con Carvajal y marcó dos goles más en la prórroga con el autogol de Savic y uno al final de Brahim. N.M.