Arnaitz GORRITI
EUROLIGA

Fiesta completa con triunfo y average en el duelo 300 de Euroliga en Zurbano

Aunque no resultó el partido más brillante y pese a que el Baskonia sufrió con el rebote, los de Dusko Ivanovic consiguieron su undécimo triunfo, cimentado por su trabajo defensivo y por conseguir abrir brecha tras el descanso con un buen trabajo coral.

La brega de Maik Kotsar en las dos zonas trajo réditos al cuadro gasteiztarra.
La brega de Maik Kotsar en las dos zonas trajo réditos al cuadro gasteiztarra. (Raúl BOGAJO | FOKU)

Fiesta completa en un Buesa Arena que anoche celebró su partido número 300 en la Euroliga, efeméride que trajo consigo la «orgullosa» alocución de Josean Kerejeta, subrayando a Saski Baskonia como el mayor embajador de Gasteiz, Araba y Euskal Herria por Europa.

Fiesta también en el duelo número 750 de Dusko Ivanovic con el club gasteiztarra, derrotando a Olympiacos en uno de los «clásicos» continentales. Y con la victoria sobre el cuadro del Pireo, empate a 11 triunfos entre los dos y average para los de Dusko Ivanovic, que avanzan un pasito más camino a colarse entre los 10 primeros en la Fase Regular.

No fue ningún partidazo y los gasteiztarras sufrieron para cerrar el rebote ante Milutinov o Petrusev, pero la brega de Maik Kotsar, las rachas de Moneke o la capacidad resolutiva de Howard fueron más que suficiente para empequeñecer a un Olympiacos en el que solo Canaan, Petrusev y Milutinov dieron la talla.

La iniciativa de buen inicio fue gasteiztarra, replicado por Olympiacos a golpe de triple, con Isaiah Cannan particularmente acertado desde la larga distancia. De hecho, cuatro triples sin fallo del escolta norteamericano le valió al cuadro de Bartzokas irse al final del primer asalto con su primera ventaja: 14-17, una renta que se estiró hasta el 14-21 para Olympiacos con la primera irrupción de Petrusev.

Por fortuna, aparte de excanterano del Baskonia, el resto de jugadores helenos tampoco es que tuviera un cuarto muy lucido, dejándose tiros libres y bandejas en el camino, lo cual sirvió a los gasteiztarras para remontar con un parcial de 11-0.

Esta primera mitad tuvo rachas para los dos equipos, aunque una asistencia de Codi Miller-McIntyre para Kotsar servía a Saski Baskonia para llegar al descanso con un exiguo 33-32 a su favor.

En el contexto de un partido con más errores que aciertos, un parcial de 7-2 no está nada mal. Eso es lo que lograron los de Ivanovic en el amanecer del tercer asalto, con Dani Díez convertido en una inesperada arma secreta.

EL FACTOR KOTSAR

En todo caso, hubo más errores en el tiro y pases interceptados en ambos bandos que jugadas de consideración. En ese sentido, el trabajo sucio de Maik Kotsar, que también pudo lucirse con un mate en penetración, resultó clave para dar otro tirón para el bando gasteiztarra. Un tirón que culminaba Moneke con un triple luego de un robo del pívot estonio. Con 48-40, Georgios Bartzokas tuvo que parar el partido.

Pero los gasteiztarras lograron irse al último cuarto con 59-49 a su favor, con grandes minutos de Moneke, Sedekerskis y Costello y no tardaría en estirar el resultado hasta un 70-54 casi definitivo.

A la desesperada, entre Canaan y Nigel Williams-Goss, apretaron el marcador hasta el 72-63, pero la efervescencia de Markus Howard apareció en el momento más oportuno para sentenciar el encuentro y encender la fiesta de Zurbano.