GARA
EL CAIRO

China y Egipto piden el fin de los ataques a Gaza y Yemen

Manifestación en Londres en respaldo a los hutíes y gazatíes.
Manifestación en Londres en respaldo a los hutíes y gazatíes. (Henry NICHOLS | FOKU)

Los ministros de Exteriores de Egipto, Sameh Shukri, y China, Wang Yi, insistieron ayer en El Cairo en la importancia de un inmediato cese de las hostilidades en Gaza, al considerar que el conflicto en ese territorio palestino es el foco de la inseguridad en el mar Rojo.

En un comunicado emitido tras una reunión bilateral en El Cairo, Shukri y Wang expresaron su «inquietud» por la «extensión del conflicto» al mar Rojo por los recientes bombardeos de Estados Unidos y Reino Unido contra posiciones de los rebeldes hutíes del Yemen y la amenaza de éstos de seguir atacando buques vinculados con Israel en la estratégica vía marítima.

Para Egipto son vitales los ingresos por el uso de canal de Suez, que han bajado un 40% estas semanas por los ataques hutíes contra el comercio marítimo.

Mientras tanto, aviones de combate estadounidenses y británicos bombardeaban de nuevo Yemen, concretamente la región de Hodeida, en el oeste del país, según el canal yemení Al Masirah.

Un portavoz de los hutíes, Abdulsalam Salá, denunció «intensos vuelos de aviones enemigos estadounidenses cerca del espacio aéreo yemení y de las zonas costeras en una agresión en curso contra la República de Yemen y una flagrante violación de la soberanía nacional».

El pasado jueves aviones estadounidenses y británicos realizaron 73 bombardeos contra la capital, Saná, y las regiones de Hodeida, Taíz, Haya y Sada. El sábado fue bombardeada además una base aérea, cerca de Saná.

Mientras, el presidente del Consejo de Liderazgo del Yemen, Rashad al Alimi (rival de los hutíes que controlan la capital), se reunió con la embajadora británica en el país árabe, Abda Sharif.

Al Alimi, a quien apoya Arabia Saudí, dijo ser el único que puede salvaguardar la soberanía del Yemen y garantizar la libre navegación en el mar Rojo. Sin embargo, y pese a estar reconocido como presidente del país, la capital está en poder de los hutíes desde hace diez años.