Llegó al descanso sin anotar Marcus Howard, pero se destapó en la segunda parte con toda una variante de triples que posibilitaron que Baskonia ganase en la pista de un Manresa que solo bajó los brazos en los últimos tres minutos de encuentro. El base de Morristown acabó con 20 puntos, secundado por un Matt Costello que finalizó con los mismos, más los 12 de Vanja Marikonvic, los 10 de Nikos Rogkavopoulos y la postrera participación de Chima Moneke con un triple y un rebote decisivos.

El pivot nigeriano regresó a la que fue su casa, donde disfrutó de un emotivo recibimiento que provocó incluso las lágrimas del jugador, quien estuvo desaparecido en el apartado ofensivo hasta el tramo final. Lo cierto es que fue un duelo igualado, entre dos escuadras con similares armas, que les gusta correr y a las que no les tiembla el pulso para lanzar de tres.

Y es que el inicio no fue muy favorable para los intereses arabarras. Howard recibió una antideportiva y los anfitriones se marcharon de cinco (11-6), aunque los de Dusko Ivanovic reaccionaron de inmediato (11-11). Fue un tira y afloja constante, en el que un inspirado Dani García aportó lo suyo para volver a abrir brecha para los locales hasta ponerse con un preocupante 23-14 al final del primer cuarto.

Baskonia se encontró con muchas dificultades ante la férrea defensa manresana, aunque la irrupción de un rocoso Rogkavopoulos permitió mermar las distancias (26-22) e incluso enjugarlas antes del descanso con dos tiros libres anotados por Maik Kotsar y un triple de Marinkovic que posibilitó el 36-37 antes de irse los protagonistas a vestuarios. Un marcador meritorio si se tiene en cuenta la escasa aportación ofensiva que tuvieron hasta ese momento Howard (0 puntos y Moneke (3).

A BASE DE TRIPLES

Parecía que ese podía ser el punto de inflexión para que el bloque azulgrana despegase definitivamente, pero no fue así. Manresa comenzó mucho mejor el tercer cuarto y le endosó un parcial de 7-0 que volvió a poner la victoria cuesta arriba (41-32). Por fin, Howard se estrenó con un 2+1 que subió el 44-40 al luminoso y, a partir de ahí, con la muñeca ya caliente, no dejó de horadar a su rival a base de triples hasta llegar a la veintena de puntos.

Baskonia de nuevo se puso por delante (53-54), pero los de Pedro Martínez -cumplió su partido 1.000 liguero- no rindieron la plaza tan fácil. Entre una tremenda lucha de triples, la reacción de los locales les permitió seguir mandando a la conclusión del tercer cuarto (66-63), unos números que dejaron todo por decidir.

El último triple de Howard equilibró la balanza en un 82-82, y un balón recogido por Rogkavopoulos bajo canasta fue el principio de la remontada. Un triple del aparecido Moneke supuso el 82-87 a falta de un minuto, a Manresa se le fundieron las ideas, el nigeriano capturó otro decisivo rebote y una canasta de Tadas Sedekerskis finiquitó el choque.